Miles de personas hacen fila a diario para obtener la cédula de identidad en las últimas semanas antes de las elecciones generales. La culpa de los atrasos en la entrega del documento no es tanto de la ciudadanía como del Registro Nacional de las Personas
Aunque muchas personas se enrolaron en línea desde mediados de 2020, siempre hicieron enormes filas, solo para que las mandaran de vuelta con las manos vacías en varias ocasiones
Por Redacción de Reportar sin Miedo
San Pedro Sula, Honduras. Desde la una de la mañana hacen enormes filas miles las ciudadanas y ciudadanos en los sitios donde se entrega la nueva cédula de identidad en San Pedro Sula.

Sin embargo, muchxs de ellxs han tenido que enfrentarse a los engaños y la corrupción.
El Registro Nacional de las Personas (RNP) los engañó en otras ocasiones al no darles el documento tras hacerlos esperar bajo el sol y la lluvia.

El colmo es que ahora los empleados del RNP fomentan también la corrupción porque dejan pasar primero a personas que no hacen fila.

El sábado pasado a las 7:00 AM, la gigantesca fila daba seis vueltas en el parqueo de la segunda planta del Mall Multiplaza, que es uno de los lugares designados para entregar la cédula a los sampedranos. Había al menos mil personas alineadas esperando reclamar su documento.
Horas después, ya dentro del centro comercial en el sur de San Pedro Sula, los solicitantes esperaban con alivio que la tortura se hubiera acabado.
Pero no fue así.
Una vez dentro del mall, no solo tuvieron que lidiar con los “colados” de siempre. Además vieron con impotencia cómo los trabajadores del Registro “se sacaban de la manga” a personas para que entraran primero.
“Pónganse al frente de la fila”, les dicen los empleados del RNP a sus “escogidxs”, aunque no pertenecieran a la tercera edad ni al parecer sufrieran de ningún problema físico.
“Es un doctor”, dijo una de las empleadas mientras dejaba pasar primero a un hombre vestido con ropa de médico. La mujer no se preocupó por explicar por qué un doctor tenía el derecho de entrar antes que los demás.

“Estoy desde las cuatro de la mañana”, dijo una señora que no dio su nombre a este medio. “Hay gente que vino desde la una”. De nada les sirvió madrugar porque a muchxs los dejaron esperando más de lo justo para beneficiar a otrxs. “¡Corruptos!”, gritó una ciudadana indignada. “Los dejan pasar si les dan 500 o mil lempiras”.
“El problema es que dejan entrar primero a la gente del mismo Partido Nacional”, dijo un taxista.


Dentro de Multiplaza, lxs empleadxs, vestidxs con insignias y chalecos anaranjados, lxs dividieron en dos filas para meterlxs en dos “estaciones” donde les entregaban los documentos. Sin embargo, se olvidaron de la ética para llenarse los bolsillos o para beneficiar a sus correligionarios nacionalistas.
Los tienen dando vueltas para nada

“Antes pasaba vacío”, decía el sábado un guardia de seguridad encargado de ordenar a los solicitantes en el parqueo del segundo nivel de Multiplaza. “Si hubieran venido antes, no estarían haciendo esta fila”.
En realidad, muchxs de ellxs sí habían ido varias veces antes a reclamar sus cédulas, pero los engañaron y no les entregaron nada.

De hecho, de nada sirvió que miles de personas se “enrolaran” desde mediados de 2020 en el sistema del RNP. Supuestamente de esa forma no iban a hacer fila y obtendrían rápidamente su documento.
Pero a miles de personas no les sirvió de nada enrolarse. De todos modos tuvieron que hacer filas gigantescas solo para que les dijeran que sus cédulas no estaban disponibles.
Otras personas fueron hasta el sábado al Mall Multiplaza porque estaban de viaje en el extranjero y acaban de regresar al país o a su ciudad de origen.

“Yo fui a buscar la cédula tres veces antes de irme de viaje a Tegucigalpa y las tres veces no me dieron nada”, dijo una ciudadana que vino de la capital exclusivamente para reclamar su cédula. “Ojalá ahora sí me la den”.
Si bien algunxs ciudadsxs realmente no obtuvieron a tiempo su identidad por desinterés, en la mayoría de los casos el problema no fueron ellxs, sino el RNP.
El Registro cometió el error de no coordinar bien la entrega de los documentos. Además mantuvo “tonteando” a cientos de personas que fueron para nada a los sitios asignados para ellas.