Ante la falta de respuestas de los entes investigativos a la familia y al pueblo por el vil asesinato de Berta Cáceres, la directora Katia Lara realizó el documental Berta soy yo, donde expone el plan de quienes orquestaron la muerte de Cáceres
Por Kevin Contreras
Tegucigalpa, Honduras. Berta, lideresa del pueblo lenca, la que luchó incansablemente por el sagrado río Gualcarque, el temor de la clase económica del país, y la que ofreció su vida por luchar contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que todavía sigue en pie, por lo cual el pueblo y el mundo entero siguen exigiendo justicia no solo para los autores materiales, sino para los intelectuales.
Ante ello, se han desatado infinidades de demandas al Estado por obtener justicia por los diferentes asesinatos contra defensores y defensoras del medio ambiente.
Ante la falta de respuestas por parte de los entes investigativos a la familia y al pueblo por el vil asesinato de Berta, la productora y directora Katia Lara decidió realizar el documental Berta soy yo, donde explica, relata y expone parte del plan y de quienes orquestaron la muerte de Cáceres.
Es por ello que, al ser un documental donde la audiencia se da cuenta el poder que ejercen los pudientes del país, la clase política y la sed del dinero conllevan a cometer delitos como asesinar a personas que solo defienden sus tierras, los ríos y los bosques.
Queda claro que la dictadura no solo operaba desde lo más alto de la Presidencia, sino que es una estructura montada a nivel estatal, gremios y clase económica, que se aferra en contra del avance de las políticas del nuevo gobierno, es por ello que hay un claro ataque de confusión a la población para que no acudan a ver esta obra, que más allá de demostrar que hay talento en el país a través de personas que impulsan el arte, se busca por parte de estos grupos que no se sepa la verdad, esa verdad que no ha sido juzgada.
Berta soy yo está siendo muy solicitada en el extranjero y sería injusto que nosotras y nosotros que tenemos la oportunidad de abrir nuestros ojos y de seguir apoyando una causa que nos envuelve como sociedad actuamos apáticamente, como la sociedad hermética en la que nos convirtieron en más de 12 años.
Que nuestros ancestros y ancestras nos hagan ver esa luz que todas y todos necesitamos ver para terminar con esta oprobiosa dictadura que todavía está aferrada al país y que sobre todo haya justicia y menos impunidad.
¡Que el latido de Berta siga siendo lucha!