La coordinadora de la Red Lésbica Cattrachas sufrió la agresión de un automóvil de una televisora nacional mientras marchaba en el Día de la No Violencia contra las Mujeres
“Si el Estado quiere hacer un homenaje, necesita proporcionar justicia”, compartió la Red Lésbica Cattrachas en referencia al 25N, ante un panorama sombrío de aumento de muertes de mujeres de la población LGBTTIQ+ en el país
“Misógino, clasista, transfóbico” fueron los gritos unisonos de protesta del movimiento feminista cuando pasaba frente a la embajada de México en Honduras dado a la variedad de violaciones, discriminaciones y abusos
Por Stephanie Mondragón
Fotos: Cattrachas y Amelian Zerón
San Pedro Sula, Honduras. En medio de la movilización del 25 de noviembre (25N), la coordinadora de la Red Lésbica Cattrachas, Indyra Mendoza, sufrió la agresión de un carro de Corporación Televicentro. El hecho sucedió frente a Casa Presidencial, en plena marcha de las organizaciones que tomaron parte en la conmemoración.

Frente a siete oficiales de policía y sin motivo alguno, el conductor aceleró el vehículo e impactó a la activista, quien se encontraba de espaldas a él. “Venimos caminando todo el tiempo y una viene alerta… por los carros y eso; me agarró de espaldas”, relató Mendoza a Reportar sin Miedo. Después de presenciar tal arrebato, ninguno de los oficiales levantó infracción alguna contra el conductor.
Luego de esto, las demás compañeras presentes en la movilización comenzaron a reclamarle al conductor y tomaron fotografías de las placas del vehículo y del hombre. La unidad móvil acompañaba a una reportera que cubría el evento. Luego del acto violento, la periodista se subió al vehículo para irse.
El vehículo Toyota modelo Hilux con placa H AU 5163 está a nombre de la Compañía Televisora Honduras SA de CV (Televicentro). Hasta el momento, la televisora no se ha pronunciado sobre el hecho.
“Lo bonito fue cómo reaccionaron las muchachas, todas a proteger”, resaltó Mendoza, recordando el amargo momento de la marcha.
A pesar de salir lastimada, sentir dolor y no haber obtenido auxilio de los cuerpos policiales presentes, Indyra siempre mantuvo su alegría y energía. “Es que me encanta, me encanta”, compartió la líder.

Doscientos años de violencia
A lo largo de la avenida Los Próceres, Tegucigalpa, las quince estatuas están intervenidas contra la violencia hacia las mujeres como un símbolo de “impunidad ayer, impunidad hoy”.

Las manifestantes cubrieron todas las estatuas, figuras de hombres, con una bolsa negra en la cabeza y una pañoleta morada, simbolizando cómo por doscientos años los hombres han dejado que se instale la violencia en contra de las mujeres.
De igual manera, la Red Lésbica Cattrachas, en companía del movimiento feminista, llevó una manta y la dejó en el portón de Casa Presidencial. Luego de un corto tiempo, los encargados de seguridad desecharon la manta.
Un sistema penal que no ampara a las mujeres
La impunidad se mantiene escondida bajo un sistema judicial que no ampara a las mujeres en ninguna instancia. Recientemente, con el nuevo Código Penal se dejó a las mujeres completamente indefensas ante una cultura heterocispatriarcal que inflige violencia en todos los estratos.
En la modificación de dicha ley se redujeron las penas por los delitos de estupro, violación, hostigamiento sexual, proxenetismo, pornografía infantil, bigamia y violencia intrafamiliar. Cabe resaltar que, cuando se cambió dicho código, habían aumentado las denuncias ante el Ministerio Público por violencia doméstica y otros delitos.
Si tocan a una, responden todas
“Misógino, clasista, transfóbico” fueron los gritos que el movimiento feminista dio al unísono cuando pasaba frente a la embajada de México en Honduras debido a la variedad de violaciones, discriminaciones y abusos que se han dado a lo largo de diferentes citas, en las cuales las compañeras han sido degradadas, discriminadas y humilladas al solicitar visas ante el cónsul asignado en el país.
Simplemente por su expresión de género, muchas solicitantes no han logrado obtener visa, aunque han llenado los requisitos y tienen todos los documentos en regla, en muchos casos luego de varias citas. Siempre se nota un tono clasista de parte del cónsul, quien no ha dudado en hacer comentarios violentos frente a testigos.
Feminismo diverso
Actualmente, el movimiento feminista incluye a mujeres lesbianas, trans, bisexuales y cisgénero. Gracias al trabajo de organizaciones de sociedad civil que se han dedicado a socializar material educativo y de empoderamiento femenino, este ha tomado mayor fuerza en los últimos años, acompañado de generaciones más conscientes.
Sin embargo, los gritos de ayuda no son escuchados, lo cual hace que los asesinatos y violaciones continúen. Según el Observatorio de la Red Lésbica Cattrachas, 2022 ha sido el año más violento para las lesbianas, dejando a su paso 15 muertes, aún faltando dos meses para cerrar el año.
Faltan acciones de las instituciones gubernamentales, las cuales no poseen procedimientos para garantizar la efectiva investigación de los casos que permita erradicar la revictimización. Según la Red Lésbica, el Estado, la Policía Nacional y el Ministerio Público no son capaces de proteger a las mujeres lesbianas, bisexuales y trans.
Las dependencias estatales siguen sin establecer una correcta clasificación que refleje las cifras de mujeres lesbianas, bisexuales y trans en situaciones de feminicidio o cualquier otro tipo de violencia. Conadeh publicó un comunicado en el Día de la No Violencia contra la Mujer que solamente refleja las cifras de mujeres cisgénero.
Los protocolos de investigación son obsoletos y en la mayoría de los casos no logran judicializar a los culpables, dejando los procesos inconclusos. Un ciclo vicioso de impunidad que protege a los agresores para replicar los mismos patrones de violencia al saber que no se enfrentarán con la justicia.
Los voceros de los cuerpos policiales y de investigación siguen haciendo uso de términos mal empleados como “crímenes pasionales” o hacen juicio de las víctimas por su inclinación sexual o expresión de género.
La primera víctima mortal en 2022 fue Thalía Rodríguez. Uno de los pocos casos en los cuales se apresa a un presunto responsable, probablemente por el alto perfil de la activista trans. Actualmente, se está a la espera de la audiencia, la cual iniciará el 30 de noviembre en la Corte Suprema de Justicia de Tegucigalpa.

En una perspectiva más general, no se cuenta con protocolos ni categorización correcta según su expresión de género. La revictimización es severa en los medios de comunicación, utilizando su nombre muerto y no respetando su identidad de género.
Por otro lado, el fundamentalismo religioso cultiva conceptos machistas, lesbofóbicos y transfóbicos que propagan el odio y deshumanizan a las mujeres diversas, quienes terminan siendo víctimas de violencia social e institucional.
Este año se sobrepasó el número de muertes violentas de miembros de la población LGBTTIQ+ en julio. El 2021 cerró con 29 decesos mientras que, hasta el momento, cuando faltan dos meses para finalizar el año, se contabilizan 39 personas asesinadas.
Más allá de otorgar responsabilidad a la presidencia de la República, se debe comenzar a ver como un problema de Estado. El Congreso, la Suprema Corte de Justicia y cada una de sus dependencias tienen injerencia en las decisiones a corto y largo plazo que tejen la historia del país e influencian el goce de derechos de las mujeres hondureñas.
Una fecha para recordar a las víctimas de la violencia
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Históricamente, las mujeres hondureñas alzan su voz para reclamar justicia y seguridad por las que ya no están y las que quedan.
Según Naciones Unidas, una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y, cada 11 minutos, una mujer o niña es asesinada por un familiar.
Entre algunas violaciones que se pueden enumerar están violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio), violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético), trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual), mutilación genital y matrimonio infantil.
Es por esto que este 25 de noviembre, en eventos simultáneos en Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, llevaron a cabo los plantones y movilizaciones a cargo del movimiento feminista presente en el país, haciendo notas su voz, haciendo uso de gritos, alegorías, carteles, dramatizaciones y sobre todo, sororidad.