“Las defensoras de derechos humanos de las mujeres nos vemos como las enemigas de la Iglesia, del orden, de las familias”, dijo la feminista María Blandón tras conversatorio sobre derechos sexuales y reproductivos en un Estado laico
Por Eva Galeas
Fotos de Acción Joven
Tegucigalpa, Honduras. La lucha por la defensa de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres hondureñas no se detiene en Honduras. Un numeroso grupo de mujeres organizadas realizó ayer el conversatorio Fortaleciendo la democracia y los derechos sexuales y reproductivos en un Estado laico.
El evento tiene como objetivo analizar y desmitificar los argumentos que utilizan los grupos antiderechos en cuanto a la libertad religiosa y el goce de los derechos humanos. Asimismo estudia las ideas de esos grupos sobre la implementación de políticas públicas y la lucha por los derechos reproductivos de todas las hondureñas sin distinción de raza o condición social.

En el evento dirigido por el Grupo Estratégico por las PAE (GEPAE), mujeres de diferentes organizaciones se reunieron para dialogar y trabajar juntas por una misma causa. GEPAE aglutina a 15 entidades sociales con un alto compromiso para dar a las mujeres hondureñas acceso a información científica y veraz y al uso de la pastilla anticonceptiva de Emergencia (PAE).
El evento tenía como prioridad reflexionar y debatir sobre la confluencia entre las espiritualidades y la lucha por los derechos reproductivos. De este modo se busca que esta información trascienda los espacios y llegue a los tomadores de decisiones. Al final, estos son quienes permitirán que las mujeres en Honduras por fin tengan sus derechos garantizados y vivan con el goce pleno de sus libertades y sin violencia.
”Nos ven como enemigas”
Al conversatorio asistió María Teresa Blandón, activista nicaragüense, defensora de derechos humanos, directora de la Asociación Programa Feminista Centroamericano La Corriente.
Blandón ha vivido en carne propia la persecución de aquel régimen. Pese a todas las vicisitudes se ha convertido en una voz contra el gobierno de Ortega, las persecuciones y abusos a los derechos humanos que sufren miles de personas en Nicaragua.

“Las defensoras de derechos humanos de las mujeres nos vemos como las enemigas de la iglesia, del patriarcado. También nos ven como enemigas del orden, de las familias. Al final dicen que somos enemigas de aquel que se ponga en contra de la lucha de los derechos de las mujeres y de quienes queremos que estos derechos avancen”, subrayó la feminista en su participación en el evento.
En materia constitucional, Honduras es un Estado laico. Este término se traduce como la garantía de que cada individuo haga uso de su libertad de conciencia y pensamiento, libertad de elegir una religión o no tenerla. Sin embargo, los grupos de mujeres organizadas cuestionan que las aulas de clase se usan para instruir a los niños con pensamientos que promueven la interpretación literal de los textos sagrados por encima del contexto real que se vive en el país.



Además, Honduras tiene uno de los niveles más altos de embarazo en adolescentes y niñas en la región. Gran parte de los embarazos son producto de violaciones originadas en muchas ocasiones en el hogar.
En los últimos años, este país centroamericano ha sido escenario de una niñez obligada a ser madre, niñas que abandonan su inocencia para convertirse en cuidadoras y proveedoras de un hijo o hija. Según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en Honduras, uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años. Asimismo, el país tiene una tasa de fecundidad de 140 nacimientos por cada mil mujeres.

Para muchas defensoras de los derechos de las mujeres y la niñez, estos embarazos se registran en hogares en condición de pobreza, ya que más del 73% de los 9.5 millones de habitantes de Honduras son pobres. Además, el 53% vive en pobreza extrema, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El gobierno de Xiomara Castro aprobó recientemente el uso libre de la PAE. Sin embargo, la pastilla aún no está disponible y el personal de salud tiene muchos prejuicios o no tiene información al respecto.
“Nada está perdido”
Reportar sin Miedo conversó con la coordinadora del Foro Nacional de Sida, Xiomara Bu, quien manifestó que las organizaciones deben informarse y formarse. De ese modo podrán continuar abriéndose espacios para expandir estos temas y hacerlos llegar a todos los grupos.
Bu considera que, en la agenda de mujeres feministas, el activismo por sí solo no es suficiente. Se necesitan también formación política, categorial y conceptual para el conocimiento y recuperación de la memoria histórica. Estos aspectos son fundamentales para entender y profundizar un diálogo de los Estados laicos. De esa manera podrán abrir espacios de derechos humanos bajo una ética que recupere lo humano. “Que no nos vean como la individualidad que un régimen o modelo neoliberal ha impuesto actualmente”.

A juicio de la defensora de derechos humanos, llena de orgullo tener a una mujer gobernando el país. Sin embargo, manifestó que no se puede desconocer el andamiaje instalado desde hace décadas.
Al abordarla sobre los pocos avances en el actual gobierno en tema de mujeres, Bu reveló que nada está perdido. Agregó que es un proceso por el cual deben trabajar las y los ciudadanos consientes por los derechos inherentes a las mujeres y niñas del país.
En el conversatorio también se dio espacio para realizar intercambios y socializar experiencias desde otras aristas para quienes se enfocan o trabajan en diferentes temas desde la lucha por la defensa de los derechos inherentes y su garantías.

De igual forma, con la iniciativa se pretendió fortalecer los argumentos para la incidencia política de los movimientos feministas que día con día luchan por cada niña, adolescente o mujer en situación de vulnerabilidad.
El evento contó con la participación de defensoras y defensores nacionales e internacionales, entre ellos, la feminista, activista y actual directora de Católicas por el Derecho a Decidir de México, Aidé García Hernández. La experta mexicana conversó con Reportar sin Miedo y recomendó a las autoridades hondureñas que construyan un diálogo en conjunto con los actores claves y las poblaciones afectadas para impulsar las agendas feministas.

Hernández considera que para el feminismo es complejo que un gobierno adopte esta agenda porque se relaciona con una ruptura social e ideológica. “Me parece que uno de los elementos que hemos construido desde el feminismo es abrir procesos de discusión política y ver hasta dónde el gobierno se debe comprometer con una agenda feminista”, subrayó la también defensora de derechos humanos.
Hernández también llamó al gobierno de Castro a darles cumplimiento a los acuerdos internacionales de los cuales Honduras es parte. Agregó que los Estados están obligados a cumplir con estos acuerdos y a garantizar la seguridad, dignidad, integridad y vida de las mujeres. “Si no se responde a estas necesidades, no estamos hablando de un país democrático, incluyente, que reconoce derechos humanos”, añadió.







