“Las exigencias de nosotros son muchas, pero no somos escuchados. El Día del Orgullo no es tanto de exigencias, sino que tenemos que vivir nuestro orgullo como lo queramos vivir. Lamentablemente a las autoridades de gobierno se les ha olvidado que somos parte de esta lucha”, manifestó Esdra Sosa
Por Eva Galeas
Tegucigalpa, Honduras. Las poblaciones diversas en Honduras siguen siendo víctimas de discriminación y desplazamiento forzado en el país. Su grave situación continúa pese al compromiso y promesa de campaña de la presidenta Xiomara Castro de proteger y velar por los derechos de las disidencias en el territorio hondureño.
Lo que indigna a la población LGTBIQ+ es que la promesa no solo fue en campaña política, sino que está en el Plan de Gobierno. Asimismo, muchas personas que pertenecen a esta población aseguran que fueron utilizadas por el gobierno de Castro como un escalón para que ella llegara al poder. Hoy, las promesas fueron olvidadas. Continúan los crímenes de odio contra la población diversa y nadie los investiga.
El entorno de desigualdad y exclusión obliga a las personas LGTBIQ+ a migrar. Más que las personas que se identifican como heterosexuales, deciden huir para salvaguardar sus vidas, ya que en el país la violencia contra ellas no cesa.
Observatorios de organizaciones LGTBI indican que la caravana migrante que salió del país a principios del 2021 incluyó un aproximado de 300 personas LGTBIQ+ migrantes. De esta cifra, el 70% habían sido víctimas de ataques de odio en sus comunidades de origen.
Promesas sin cumplir
Pese a todas las exigencias nacionales e internacionales que se le han hecho al Estado, Honduras sigue sin crear políticas públicas que salvaguarden la existencia de las personas LGTBIQ+ y garanticen su acceso a los derechos humanos fundamentales.
Si bien las promesas de Castro fueron una luz en el camino para las disidencias en el país y las apuestas plasmadas en su plan de gobierno pintaban un buen porvenir para ellas, el país poco o casi nada ha avanzado en derechos humanos LGTBI.
El plan de gobierno del partido Libertad y Refundación (Libre) en materia de derechos humanos para la población LGTBIQ+ propuso trabajar una serie de peticiones que las organizaciones han hecho a todos los gobiernos. Sin embargo, estas no han tenido respuesta.
Algunas de las exigencias en que la mandataria Castro prometió trabajar se describen a continuación.
- La ley de protección para personas LGTBIQ+. Esta norma asegura políticas de inclusión, igualdad de remuneración, respeto a la identidad e integridad personal.
- Penas severas para los crímenes de odio contra personas LGTBIQ+.
- Creación de casas seguras con programas de atención primaria a personas LGTBIQ+ víctimas de violencia y riesgo. En ellas se incluye atención legal, médica, psicológica, etcétera.
- Creación de una unidad de investigación comprometida en la persecución de crímenes violentos de odio a personas LGTBIQ+ con el fin de reducir la impunidad.
- Establecimiento de un programa de atención psicológica pública exclusivo para personas LGTBIQ+ con el propósito de impulsar la salud integral.
- Aprobación de la ley de identidad de género que asegure la inclusión social.
- Promoción de espacios seguros (locales, institucionales, políticos, públicos) con enfoque de derechos humanos y desarrollo.
Sin embargo, parece que las promesas plasmadas en papel en blanco “mármol” solo fueron una oportunidad de alcanzar el poder. Es así porque, hoy por hoy, la población diversa sigue siendo víctima de múltiples violaciones a sus derechos humanos.
Tal es el caso de 2022, primer año de gobierno de Castro. La Organización Lésbica Cattrachas catalogó ese año como uno de los más violentos para la población diversa, ya que cerró con más de 40 muertes violentas de personas LGTBI. Estos crímenes siguen sin un proceso de investigación exhaustivo y con enfoque diferenciado.
Castro, sorda a los reclamos
Reportar sin Miedo conversó con la representante de la Asociación LTGB Arcoiris, Esdra Sosa, quien lamentó que el gobierno de Castro siga sin dar respuesta a la problemática de las poblaciones diversas. Aseguró que esta población sigue sin acceso a la salud, al empleo y a muchos derechos que son inalienables en el ser humano.
Asimismo reprochó que ninguna de las once organizaciones defensoras de derechos humanos de las personas LGTBI ha sido recibida por la mandataria hondureña. Con esa actitud, Castro ha confirmado la falta de voluntad política para que impide que esta población sea tema de agenda del actual gobierno.
Por otra parte, Sosa expuso que los ataques de odio de funcionarios del gobierno de Castro tampoco han cesado. Esta situación vulnera los derechos de las personas. “La presidenta no ha cumplido todo lo que prometió en la toma de posesión, no ha hecho nada que beneficie a las poblaciones LGTBIQ+”, cuestionó Sosa.
Asimismo, Cattrachas posteó: “2022 fue un año violento contra las personas LGBTI en Honduras, pero gracias a la lucha de la Red Lésbica tuvimos varias razones para celebrar y sentir esperanza por la igualdad”. El post de la organización se refiere al hecho de que ese año cerró con 42 muertes violentas de personas LGTBI.
Sosa, por su parte, declaró a este medio que, en lo que va de 2023, 18 personas que pertenecen a la población diversa han perdido la vida de forma violenta. Estas muertes han pasado desapercibidas para Castro, quien no se ha pronunciado al respecto.
Los meses más violentos para esta población han sido abril y mayo, aseguró Sosa. Además, es alarmante que la violencia contra la población diversa está castigando a zonas donde nunca se había visto este fenómeno, manifestó.
Aunque Francisco Morazán sigue liderando las cifras de muertes violentas de personas LGTBI, el crimen ahora se está trasladando a zonas recónditas como Intibucá, Choluteca y Colón, manifestó la representante de Arcoíris.
Estas cifras son alarmantes, aseguró Sosa. Agregó que es preocupante que los discursos de odio de los funcionarios del actual gobierno profundicen más el odio contra esta población.
“Necesitamos que nos incluyan en la agenda pública de este gobierno. Queremos ser un tema prioritario y que se cumplan las promesas de la presidenta porque ni siquiera hemos sido recibidos en casa de gobierno”, afirmó la defensora.
Aunque no hay muchas esperanzas en alcanzar todas las promesas del gobierno de Castro, las organizaciones y poblaciones LGTBI no se detienen. Aseguran que la lucha continuará, pese a que se enfrentan a un grupo minoritario basado en fundamentos religiosos para no garantizar sus derechos como seres humanos y ciudadanos.
En el marco del Día Internacional del Orgullo, el acuerpamiento para las organizaciones que luchan por los derechos humanos no se hizo esperar. Ecuménicas por el Derecho a Decidir posteó un tuit en el que invita a las poblaciones a ser ellas y vivir con orgullo, sin importar lo que la sociedad piense o diga.
“El 28 de junio a nivel mundial celebramos el Día del Orgullo. En Honduras fue hasta 2004 que el Estado reconoce legalmente a las organizaciones LGTBIQ+, entregándoles su personería jurídica. Sé tú, sé orgulloso, sé libre”, escribió Ecuménicas.
Honduras es un país que históricamente ha vivido marcado por el machismo y el patriarcado. Estos son, para muchos, los problemas que no permiten avanzar en los derechos de las personas LGTBI.