Hoy quiero contarte cómo ha sido mi experiencia al pertenecer al programa We Lead (Nosotras Lideramos) y los aprendizajes que he adquirido. Sobre todo, quiero contarte cómo terminé sobre un escenario de teatro, cosa que no esperaba que ocurriera pero me resultó muy divertida
Por Kate Orellana
Tegucigalpa, Honduras. Si crees que te contaré una historia de amor, lo haré, pero no desde la perspectiva de la relación de dos personas que viven felices para siempre, de hecho, esta historia involucra a muchas y muy bellas personas que se han vuelto un lugar seguro para mí.
Porque el amor viene en diferentes presentaciones, e involucra a más de dos personas algunas veces, y eso está bien, ya que no hay una forma exacta de cómo amar o de enamorarse.
Hola, hermosura, hoy quiero contarte cómo ha sido mi experiencia al pertenecer al programa We Lead (Nosotras Lideramos) y los aprendizajes que he adquirido en los espacios que han realizado las diferentes organizaciones que también son parte. Sobre todo, quiero contarte cómo terminé sobre un escenario de teatro, cosa que no esperaba que ocurriera, pero me resultó muy divertida.
Y para eso quiero que vayamos a la primera vez que supe de We Lead.
Fue para un taller de autocuidado que se realizó en octubre de 2022. En el grupo de trabajo dijeron que estaba el espacio y que alguien de Reportar Sin Miedo debía ocuparlo, me lo pensé tanto porque tenía que viajar en esos días, pero al considerar las opciones, pensé, ¿por qué no? Hagámoslo. Así que confirmé mi participación y ahí comenzó mi viaje a través de tan maravillosa experiencia.
Cabe destacar, que en ese taller tuve la oportunidad de compartir a mayor profundidad con la que actualmente es mi novia. Puntos extras para We Lead por crear espacios seguros donde la atracción pueda fluir sanamente.
Quizá el ver los hermosos atardeceres desde la playa de Tela mientras la escuchaba hablar de temas que maneja con gran facilidad, y también su divertida presentación en el karaoke fueron parte de lo que ayudaron a saber que me atraía, pero eso es solo el inicio de esa historia, y quizá se las cuente otro día a más detalle.
La verdad, ese taller a parte de ser sanador por el tema y el buen abordaje de Andre de Sanando Afectos, también fue una muy buena oportunidad para conocer a más titulares de derechos con quienes no había podido compartir antes, porque parte importante, es que los espacios que el programa ha creado no solo son de llegar, escuchar lo que te cuentan e irte, sino también de compartir, exponer tu voz y tus ideas, sobre todo de ser escuchada.
Para quienes no lo saben, We Lead es un programa de gran alcance que se implementa en nueve países ubicados en África en Kenya, Uganda, Nigeria, Níger y Mozambique. En el Medio Oriente en Líbano y Jordania, y en Centroamérica en Guatemala y Honduras.
Y se enfoca en mujeres jóvenes y adolescentes titulares de derechos con VIH, o quienes se identifican como lesbianas, bisexuales, trans o intersex (LBTI); que tienen una discapacidad; y/o han sido afectadas por el desplazamiento.
Afortunadamente, somos parte.
Otro momento que destaco muchísimo, fue cuando fui al viaje de Guatemala por otro taller, y no solo me enfermé, sino que sentía mucho miedo al rechazo de las demás personas parte de las actividades, por las malas experiencias que he tenido en otros lugares fuera del programa, pero me hicieron sentir bastante bien, porque no solo me cuidaron, sino que me expresaron su apoyo y cariño.
De hecho Ligia, estuvo siempre al pendiente, me consiguió medicina y un oxímetro, nunca se lo dije pero estoy muy en deuda con ella por eso, porque cuando de mi salud se trata he estado a punto de morir varias veces por enfermarme.

Destaco también a Andrea quien apareció junto a Estrella a dejarme notitas de las demás chicas en donde deseaban que me mejorara, aún las conservo en mi habitación donde pueda verlas cuando me sienta mal, para recordar que siempre habrá personas a quienes les he importado aun así sea por momentos cortos.
Claro que We Lead no será perfecto y ha tenido inconvenientes, pero los considero mínimos en comparación a lo segura que me han hecho sentir. Y a parte de que te forman en temas que te ayudan a empoderarte, también permiten expresar tus molestias para intentar constantemente mejorar.
Me gusta mucho que esté conformado por organizaciones que trabajan diferentes temáticas, por ejemplo, relacionarse con las chicas de Muñecas de Arcoiris ha servido para conocer a mayor profundidad la realidad de las mujeres trans desde sus vivencias, o con Nosotras La Preferimos Sencilla, quienes después de conocerlas me aceptaron como voluntaria y me han instruido en varios temas, sobre todo me han ayudado a conocer más mi cuerpo y a tratar de entenderlo.
Como tercer momento exacto en donde supe que We Lead me hacía sentir protegida fue hace como un mes, cuando fui a una entrevista a Frente a Frente, a hablar en defensa de la Ley de Educación Integral de Prevención al embarazo Adolescente en Honduras.
El día anterior no solo estaba nerviosa al borde de una crisis por el miedo a equivocarme en canal nacional y decir algo incorrecto, sino también por la cuestión de seguridad, porque el trabajo que hacemos representa siempre un riesgo.
Esa noche, varias personas de We Lead estuvieron asesorando, ayudando a calmarme, y sobre todo, mencionaron que eran mi respaldo de seguridad, que si ocurría algo las llamara inmediatamente y ellas se encargarían. Créanme, eso me quitó un peso de encima.
Y al siguiente día, estaban pendientes compartiendo todo en redes, dándome apoyo por mensajes, e incluso Dunia me acompañó al programa junto a mi novia y se quedaron detrás de cámara para que en ningún momento me sintiera sola. Son ese tipo de cosas las que una aprecia aunque no lo diga muy seguido.
Pero, ¿qué tiene que ver todos esos momentos con que haya terminado en un escenario de teatro? Ahora te lo cuento.
Bueno hermana, este 4 de agosto se llevó a cabo un teatro foro del proyecto con el nombre ¡Mi cuerpo, mi escena! Teatro de las oprimidas en Tegucigalpa, Honduras. Se realizó en el Teatro Nicolás Avellaneda, creado y presentado por el grupo de teatro LBT de We Lead en colaboración con Me toca en Centroamérica.
Me toca, es una red internacional de diferentes grupos que hacen teatro de las oprimidas, siendo una forma de representación teatral que expresa las diferentes opresiones sin culpabilizar a las oprimidas, también muestra las diferentes injusticias directamente vinculadas a la intersección entre género, raza y clase.
De hecho nunca había estado en un teatro foro, que bonito y dinámico, eso me gustó.
Inicialmente se mostró en escena diferentes formas de opresión e injusticias que vivimos al ser mujeres LBT en Honduras, y aunque solo era actuación, estaba retratando exactamente el cómo nos hemos sentido a diario en algunos espacios públicos. Puede que la obra generase enojo, frustración y otras emociones, pero te das cuenta que no es la primera vez que te sientes así, porque las chicas solo reflejaban la realidad que enfrentamos continuamente.
Luego de presentar la actuación continuó con la parte del foro, hablamos de cómo mejorar esas situaciones, cómo reducir esas acciones que nos hacen daño y que proponemos para cambiarlo, así que los siguientes minutos mantuvimos una conversación grupal sobre el tema y las diferentes ideas.
Finalmente tocó actuar.
Varias compañeras pasaron a ejemplificar cómo manejarían la situación si la estuvieran viviendo, y gran parte de lo que me gustó, es que era improvisado, entonces da apertura a mostrar tu genuinidad, sin un guión practicado.
Luego Alejandra, mejor conocida como la gata bajo la lluvia, quería pasar a mostrar cómo deben abordarse los temas desde la información y empatía como periodistas o medios de comunicación, no como suelen hacerlo muchos medios tradicionales que realmente solo desinforman, pero no deseaba pasar sola así que a petición de las demás, la acompañé.
Fue divertido porque aunque no lo parezca, tengo pánico escénico, aún así, sabía que estaba rodeada de personas que no me juzgarían, ni harían malos comentarios, así que me permití disfrutar el momento, y que buena decisión, porque en serio me divertí muchísimo.
Y esa ha sido mi experiencia con el programa hasta ahora, y hay que tener en cuenta que solo son algunos de los muchos momentos, recuerdos, conocimientos y sobre todo vínculos que he creado en casi un año siendo parte. Admito que me emociona ver que más aprenderé.
Así que, We Lead me ayudó a enamorarme, de los espacios seguros, de las actividades que ayudan a empoderar a las titulares de derecho, de las personas que he conocido, sobre todo de mi, porque me ha dado seguridad, voz, protección, sobre todo, me ha permitido ser escuchada.
Gracias al programa y a quienes lo conforman. Hacen un trabajo increíble.