“Fue un sueño de una vida”, dijo la activista LGBTQ garífuna Aneiry Zapata, quien organizó el viaje a Nueva York de 13 activistas hondureñxs de derechos humanos LGBTQ y de pueblos originarios
Por Dashiell Allen
Nueva York, Estados Unidos. Un grupo de 13 activistas hondureñxs de derechos humanos, en su mayoría miembrxs de la comunidad LGBTQ y de las comunidades garífuna y lenca, viajaron a Nueva York durante la última semana de octubre, para recuperar las fuerzas y pasar un momento de tranquilidad en medio de sus luchas.
Ese viaje fue organizado por la activista LGBTQ garífuna Aneiry Zapata, originaria de Sambo Creek quien actualmente vive en Houston, Texas, y pagado por la organización de Estados Unidos para la cual trabaja, el Proyecto Migrante Negro LGBTQIA+ (BLMP, por sus siglas en inglés). También contribuyó Thurito Martínez, activista y líder en la comunidad garífuna de Nueva York. El grupo fue acompañado por Naama López Ávila, de la Secretaría de Desarrollo Social de Honduras (Sedesol).

Fue la primera vez que todxs lxs participantes visitaron Estados Unidos. Ahí en la Gran Manzana, asombradxs por la grandeza de los edificios y el ritmo acelerado de los neoyorquinos, lxs activistas tuvieron la oportunidad de conocerse mejor unx entre le otrx, reencontrarse con familiares, conocer la comunidad garífuna de la ciudad, reunirse con políticos locales y patinar sobre hielo.
Para finalizar su viaje, todxs lxs líderes recibieron una carta de reconocimiento de Amanda Séptimo, una política local de Nueva York, quien representa al sur del Bronx, el área de la ciudad que tiene la población más grande de personas garífunas.
A pesar de que son del mismo país, muchxs de lxs activistas no se habían visto en persona antes del viaje, ya que residen en comunidades desde Corozal, en la costa norte, hasta Intibucá, a una distancia de siete horas en carro.

“Este fue un sueño, un sueño de una vida”, dijo Zapata. “El objetivo es que las personas vulnerables puedan llevar la voz. Actualmente ellos tienen una visa de 10 años”.
Zapata afirmó que su motivo principal es que activistas LGBTQ de Honduras puedan llegar a otros países, como Estados Unidos, para contar sus historias en voz propia y también “para poder enlazar nuestras organizaciones”.
“Número tres, el objetivo es que puedan descansar, disfrutar, conectar y aprender en su estadía”, sostuvo.

En una entrevista el lunes, 30 de octubre, lxs activistas compartieron con Reportar Sin Miedo sobre sus luchas y sus experiencias al visitar Nueva York.
Obrayan Robinson, un líder trans de la organización Negritudes Trans, compartió: “Una de las cosas que me han parecido muy importantes del estar acá, en Nueva York, es conocer todo el trabajo de incidencia que se ha hecho desde las diferentes instituciones estatales, que han permitido promover los derechos de la comunidad del LGBT, pero también nos permite poder potenciar nuestro trabajo, y articulación”.
Robinson agregó que lo que vio le puede ayudar en Honduras, abogando por la comunidad LGBT y garífuna.
“Una de las cosas que más han llamado mi atención es el hecho de que exista un colectivo aquí en Estados Unidos. Un grupo de personas luchando por los derechos y cumpliendo con los deberes también”, dijo Deynor Jobed Martínez Chávez, de Corozal, y miembro de la organización Colectivo Violeta.

Néstor Hernández, fundador de la organización Honduras Diversa, dijo que apreció el espacio y tiempo que tuvo en Nueva York para conocer a diferentes líderes de Honduras.
“Aquí ya vemos personas de diferentes partes del país, de diferentes comunidades, de diferentes pueblos”, dijo Hernández. “Al final, quienes estamos aquí en 10 años posiblemente seamos un tomador de decisión”.
“Creo que es importante conocer el contexto que venimos pidiendo históricamente las personas LGBT en Honduras, siendo el país más violento”, dijo Javier Carrington, fundador de la Asociación Iguales y miembro de la Mesa Nacional de Acceso a la Justicia. “Creo que ese sería el enfoque, mencionar que también desde el 2009 hasta la fecha tenemos más de 450 crímenes de odio de personaje LGBTQ y más en el país”.
Sheyla Johanna Güity Ávila de Suazo, quien realizó un estudio en la facultad latinoamericana de ciencias sociales (Flacso) sobre la migración de personas trans de Honduras, estuvo de acuerdo.
“Todos los que estamos acá conocemos a personas que han sufrido a manos de las autoridades, a manos de la sociedad civil y también de sus propias familias por el simple hecho de tener una orientación sexual distinta a la normativa, según ellos”, dijo.
El activista Darwin Rodríguez dijo que apreció “el hecho de saber que no sólo yo, como líder, estoy trabajando para un cambio donde posiblemente no sea yo el que vea el resultado futuro, sino los próximos que vendrán atrás de nosotros y podrán disfrutar y vivir libremente en un país como Honduras”.

Miembrxs del grupo, por otra parte, compartieron que ver las condiciones de vida de la gente latina y hondureña en Nueva York les dio otra mirada sobre la migración y la vivencia de inmigrantes en los Estados Unidos.
“Se puede [desmitificar] el romanticismo que se da al estar en Estados Unidos, desde la percepción que hay en Honduras y al ver nuestros hermanos latinos supercansados en el tren, que estaban durmiendo”, dijo Nely Yisel Amaya Sánchez, una miembra de la comunidad lenca de Intibucá, y también integrante de Mujeres Diversas. “Creo que fue algo bien impactante porque es como una realidad que no sabemos allá. Le decimos ay, cuéntame eso, mandame lo otro. Pero al ver acá ya es otra cosa totalmente distinta”.
