Pese a la alta convocatoria de miembros del Bloque de Oposición Ciudadana y las tres fuerzas políticas de oposición, un reducido número de personas marcharon contra el gobierno
Tegucigalpa, Honduras. Los hechos curiosos no faltaron en la marcha de la oposición contra el gobierno de la presidenta Xiomara Castro que según ellos se ha convertido en una “dictadura radical”.
La movilización comenzó desde el Bulevar Suyapa en la capital. Varios activistas de las fuerzas opositoras se hicieron presentes para salir junto a casa de gobierno como lo habían estipulado en redes sociales.
Los políticos reaccionan
Como si se tratara de una campaña política, el expresidenciable Nasry Asfura, al que se le vio desgaste físico y agotamiento, salió a las calles y atendió el llamado del BOC.
Aunque reiteró que la movilización no se tenía que ver como una candidatura de un partido, destacó que tenían que luchar por la democracia y por Honduras.
También el jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, conocido por sus posturas misóginas y antiderechos, se refirió al gobierno como incapaz y agregó: “La gente quiere paz, no agendas socialistas ni antidiós”.
Pero el secretario privado de la presidenta Castro, no se quedó atrás. Posteó en su cuenta de X: “Nasralla está dispuesto a decir cualquier barrabasada con tal de salir en la prensa. Miente, exagera y no mide sus palabras, lo que lo ha llevado a ser muy conocido como un político, incoherente, inestable y poco confiable. Por otro lado, Nasry ha logrado alegría en la movilización de opositores, algo que Nasralla ya no consigue. Ambos son viejos conocidos y en elecciones ya hemos demostrado que les ganamos”.
Pese a que en su momento criticó a exfuncionarios del gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, en estas últimas ocasiones se ha visto en una alianza con el Partido Nacional al exministro de la Secretaría de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, quien aseguró: “Estamos en contra de este nefasto gobierno”.
A su vez, el pastor Roy Santos, conocido por sus posiciones discriminatorias hacia los pueblos originarios, en entrevistas a Radio América mencionó: “Tenemos que cuidar a Honduras. Es la heredad que Dios nos dio para nuestros hijos y las generaciones. Hemos trabajado años por este país y no estamos dispuestos a que esté en manos equivocadas”.
Los periodistas y comunicadores siguen enfrentándose a una ola de ataques y violencias que han sido denunciados por organismos nacionales e internacionales. Así, la prensa que cubrió la marcha del BOC recibió agresiones y amenazas del presidente del Partido Nacional de Honduras y del designado presidencial, Salvador Nasralla.
