Si Berta Cáceres y los mártires que ha habido desde el golpe de Estado resucitaran por un momento, vendrían solo para escupir en la cara a estos traidores que se dieron golpes de pecho con sus nombres para librar sus intereses personales.
Por Kevin Contreras
Tegucigalpa, Honduras. Soy periodista. Tengo seis años dedicándome a la comunicación. Es lo que me gusta, lo que amo hacer. Pero además de periodista soy, por sobre todas las cosas, ciudadano hondureño. Por eso, cuando supe que 20 diputados se le dieron vuelta al partido Libertad y Refundación para negociar con el Partido Nacional, el responsable de los últimos 12 años de tragedia en nuestro país, no pude evitarlo y lloré.
Me sentí utilizado. Pensé que, como joven, podría ver un cambio. He luchado por una mejor Honduras. Y me parte el alma que los diputados que Xiomara llamó, con justa razón, traidores hayan vendido las esperanzas de los hondureños por la ambición de unos cuantos. Respaldamos a nuestra presidenta y entendemos su indignación.
Acompañé al pueblo que se manifestó frente al Congreso cuando supimos lo que acababan de hacer los diputados traidores. Vi a la gente llorar de asombro e indignación.
Entonces me rompí.
No es justo que nos hagan esto. Si por lo menos supieran el dolor que sentimos. Ojalá puedan conciliar el sueño. TRAIDORES.
Si Berta Cáceres y los mártires que ha habido desde el golpe de Estado resucitaran por un momento, vendrían solo para escupir en la cara a estos traidores que se dieron golpes de pecho con sus nombres para librar sus intereses personales.
Cuando nos movilizamos a la sede del Partido Libre, nos encontramos con gente que pertenece al 74% de la población en miseria. Hasta ayer, tenían una esperanza. Hoy, esos traidores les fallaron por su ambición. ¡Ay, mi Honduras!
Lo que ocasionaron los 20 TRAIDORES es que volvieran a militarizar el Congreso Nacional que le pertenece al pueblo.
Pobre mi país.
La multitud sigue apiñada en las afueras del Congreso Nacional. Unos tienen los ojos llenos de lágrimas. Otras personas aún no creen lo que acaba de pasar: los traidores terminaron de hundir a Honduras.

*Kevin Contreras es periodista y analista hondureño.