Nuevo estudio del Fosdeh analiza las causas del aumento de la migración irregular a EE. UU. y Europa debido, entre otros motivos, a la pandemia
Por Luis Vallecillo
Tegucigalpa, Honduras. Sin precedentes es el aumento de migrantes en el contexto de la COVID-19, según un estudio presentado por el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo en Honduras (Fosdeh).
El informe agrega que en los últimos años se han intensificado los flujos de mujeres, hombres y niños que buscan arribar a Estados Unidos y Europa. Casi 1.5 millones de hondureños residen de manera legal e ilegal en dichos países.

“La mayor producción de Honduras es migrantes que a diario salen a otros países en busca de oportunidades que aquí no encuentran. San Pedro Sula y Tegucigalpa siguen siendo las dos principales ciudades de donde salen los migrantes retornados, especialmente de la zona norte, en caravanas migrantes”, dijo el director del Fosdeh, Mauricio Díaz Burdett.

Visas temporales para frenar migración
Aprovechar las buenas relaciones con Estados Unidos para obtener visas temporales de trabajo, pidió el Fosdeh al gobierno de Xiomara Castro. Sin embargo, en lugar de utilizar esa opción para frenar la migración irregular, se ha acrecentado la pérdida de empleos a causa del COVID-19.

De hecho, la pandemia hizo que en 2020 más de 109,000 hondureños migraran de manera irregular a los Estados Unidos. La cifra abarcó 170 de los 298 municipios.
“El Fosdeh proyecta que este año podría haber más de 8,000 millones de dólares en remesas, pero quiero compararlo con un indicador importante que se supone genera empleos y es la inversión extranjera directa. Si esa inversión sigue siendo parecida a la del año pasado, más o menos 500 millones de dólares, quiere decir que las remesas tienen 16 veces el tamaño de la inversión extranjera directa”, explicó Díaz Burdett.
La invisibilidad de la deportación de hondureños migrantes irregulares se relaciona con la desarticulación de las políticas públicas del sector social. Esto se debe a que actualmente la responsabilidad principal con los y las migrantes deportados reside en la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de la Dirección General de Protección del Hondureño Migrante y sus familiares.
“Los hondureños que deciden migrar ya cuentan con varias vulnerabilidades que hacen poco tolerables sus vidas cotidianas”, dijo el director de Investigaciones del Fosdeh y coordinador del estudio, Rodulio Perdomo.

Según el experto, conseguir dinero para el viaje migratorio causa muchos problemas a las familias de lxs desplazados. Los problemas monetarios empeoran cuando los migrantes caen en centros de detención y a las familias no les queda más remedio que hacer muchas gestiones para asegurarse de que el migrante tenga un regreso seguro.
Remesas versus soluciones

Aunque oficialmente ha habido 591 mil deportados de 2010 a 2021, en realidad hay muchos más hondureñxs que sí llegan a su destino. Debido a que los inmigrantes envían una elevada cantidad de dinero en remesas, las autoridades parecen olvidar las ideas políticas para dar atención integral al problema.
La atención a la vulnerabilidad social en general y a los migrantes deportados es muy marginal y abiertamente desarticulada. Las cifras de deportación 2010-2021 son contundentes sobre la naturaleza real de un gran problema que permanece invisible.
“Los jóvenes de primaria y secundaria refieren que del 55% al 60% ya han considerado la opción de emigrar”, afirmó Rodulio Perdomo. De los encuestados, agregó, el 69% sigue dispuesto a volver a migrar. “Esta situación asociada a las redes familiares y al impacto de las remesas significa que se ha instalado en el imaginario nacional la idea de vivir en otro país”.

Por otra parte, los dirigentes políticos no parecen comprender las razones de fondo de que el universo de asalariados crezca bastante menos que la actividad informal, no asalariada, y que solamente 20% de la población económicamente activa posea seguridad social. la vulnerabilidad social ha crecido en el país; sin embargo, muy pocos políticos tratan de incidir en los grandes problemas sociales del país, según las conclusiones de la investigación.
Según los expertos, para prevenir la migración irregular se deben crear programas que cambien la conducta de la juventud que desean abandonar el país. Por eso, señala el estudio, la prevención de la migración irregular ya no será responsabilidad de la Cancillería, sino de varias instituciones públicas del Gabinete de Desarrollo Social y Económico que generarán empleo e incentivos para el sector empresarial grande, mediano, pequeño y micro.