La película Los gritos del silencio cuenta episodios de la guerra en Camboya, uno de los conflictos más atroces de la época moderna en Asia. Además de ser un emocionante relato sobre el periodismo y la amistad, refleja las migraciones forzadas causadas por la guerra
Por Roberto Mejía
San Pedro Sula, Honduras. La película del director Roland Joffé Los gritos del silencio nos presenta el rostro de la esperanza cuando Sydney Schanberg (Sam Waterston) y Dith Pran (doctor Haing S. Ngor) entablan una valiosa amistad en medio del terror que supuso la guerra en Camboya.
Schanberg, periodista del New York Times, es enviado para cubrir los sucesos de los años 70 en Camboya. Conoce a Pran, quien se convierte en su guía, intérprete y ayudante periodístico. Pran da a conocer a Schanberg diversos sucesos que podrían ser noticia sin importar lo peligroso del terreno.

En el film se habla del bombardeo en un poblado que deja caos y destrucción entre los civiles. Schanberg y Pran llegan al lugar en medio de muchas adversidades, pero el ejército norteamericano destacado en el país no coopera con los periodistas, lo que recuerda las cientos de miles de toneladas de bombas lanzadas entre 1969 y 1973 bajo el mandato del presidente Richard Nixon.
El fragor de los combates en contra del gobierno hacía ya imposible la vida en Camboya, tomando en cuenta que Phnom Penh (la capital) estaba siendo asediada por el Khmer Rouge (Jemeres Rojos), el brazo armado del partido comunista de Camboya liderado por Saloth Sar, más conocido como Pol Pot.
Además de contar una historia sobre los peligros de ejercer el periodismo en un territorio conflictivo, la película Los gritos del silencio muestra el desplazamiento forzado de millones de personas que huyen de los horrores de la guerra.


Finalmente, Phnom Penh cae bajo las tropas del Khmer Rouge en abril de 1975, lo que obliga a Schanberg, Dith Pran y sus colegas reporteros a refugiarse en la embajada francesa. Lamentablemente, Dith Pran no puede salir del país y queda a merced de los comunistas del Khmer Rouge.
El nuevo régimen de corte maoísta basa sus argumentos en el llamado Año Cero, que demuestra el surgimiento de una nueva sociedad erigida por la vida en el área rural, lejos de aquello que una vez fue lo urbano y el conocimiento académico, por lo que se impone el éxodo obligado de los habitantes. De ese modo comienza el verdadero horror para el pueblo camboyano.
Dith Pran, migrante a la fuerza
Dith Pran tiene que sortear muchas situaciones en las que está expuesto a morir en los campos de concentración del Khmer Rouge. Después de cierto tiempo logra escapar del campo de concentración y entra al servicio de un líder del Khmer Rouge, el cual no está de acuerdo con las matanzas y ejecuciones sumarias que se realizan en el régimen. Al querer convencer a sus camaradas de lo opuesto, el líder es asesinado. Dith Pran huye con el hijo del líder, quien previamente se lo había confiado.
Tras diversas vicisitudes, logra llegar a la frontera con Tailandia, no sin antes perder por una mina terrestre al hijo del líder del Khmer Rouge. La muerte del niño le causa a Pran un enorme dolor por el apego que le había tomado.




Aquí, la película ha llegado al momento culminante, en que a pesar del tiempo transcurrido desde el abandono de la embajada francesa, el campo de concentración y la llegada a Tailandia, Dith Pran no ha perdido jamás la esperanza de sobrevivir y llevar al mundo lo que ha sucedido no sólo a él, sino también a los aproximadamente tres millones de seres humanos muertos a manos del Khmer Rouge.
Hay varias razones por las que destacar la película de Roland Joffé. Una de ellas, la más importante, es consolidar aún más el papel del actor secundario Haing S. Ngor por sobre el de Sam Waterston. El filme de Joffé trata de esa manera de dejar de lado el heroísmo del personaje occidental ya enmarcado en muchos films de los ochenta.
La película se basa en el libro de Sydney Schanberg La muerte y la vida de Dith Pran. Al igual que lo fue un año antes la película El año que vivimos en peligro, Los gritos del silencio fue acogida con éxito por la crítica y el público en general.
El filme obtuvo además siete nominaciones al Óscar y ganó tres estatuillas, mejor fotografía, montaje y actor de reparto. En el caso del candidato a mejor actor de reparto, el doctor Haing S. Ngor no había tenido anteriormente trabajo en el cine, pues era su primera participación en el mismo.
Joffé consideró propio utilizar actores de poca trayectoria en esta película, lo que la hace muy especial. También procuró mostrar la interacción entre las personas a pesar de las diferencias raciales en medio de contiendas de gran magnitud.
Los gritos del silencio también destaca la responsabilidad de la comunidad internacional y los medios de comunicación en situaciones de crisis humanitaria. A medida que los horrores del Khmer Rouge se hacen evidentes, la indiferencia inicial de la comunidad internacional y la dificultad para informar con precisión sobre la situación en Camboya se presentan como temas importantes. La película ilustra cómo la falta de acción puede permitir que tales atrocidades continúen sin control.




FICHA TÉCNICA
Título: The Killing Fields
País: Reino Unido
Año: 1984
Protagonistas: Sam Waterston, Haing S. Ngor, John Malkovich, Julian Sands
Dirección: Roland Joffé
Guión: Bruce Robinson
Fotografía: Chris Menges
Música: Mike Oldfield
Montaje: Jim Clark