Su asistencia al traspaso del general Hernández —designado ministro de Defensa— refleja la persistente sombra del régimen de JOH sobre las Fuerzas Armadas y la transición política
Por Daniel Fonseca
Tegucigalpa, Honduras. La ceremonia de relevo en la cúpula de lasFuerzas Armadas de Honduras estuvo marcada hoy por una presencia que generó más preguntas que respuestas. Daniela e Isabela Hernández, hijas del expresidente Juan Orlando Hernández (JOH), fueron invitadas especiales al acto donde el general Roosevelt Hernández entregó el mando. La invitación se dio a pesar de que JOH fue condenado por narcotráfico en Estados Unidos y tiene una orden internacional de captura emitida desde Honduras.
El evento protocolario, que oficializó la designación del general Héctor Valerio Ardón como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto, buscaba proyectar normalidad institucional. Sin embargo, la asistencia de las hijas de JOH —quien recuperó su libertad tras un polémico indulto del presidente Donald Trump— introdujo un potente símbolo del pasado reciente en un momento de alta sensibilidad política.
JOH y Ardón: una relación de años
La figura del nuevo comandante añade más capas a esta narrativa. Valerio Ardón no es un nombre nuevo en el círculo del expresidente. Fungió como su guardia de honor y mantuvo cercanía con colaboradores clave durante el juicio en Nueva York. Su ascenso, por tanto, es leído por analistas no solo como un cambio técnico, sino como un posible guiño a la continuidad de influencias al interior de la institución castrense.
El general saliente, Roosevelt Hernández, deja el cargo entre críticas por su alta politización y ataques a la libertad de prensa, pero no se aleja del poder. En un giro significativo, la presidenta Xiomara Castro anunció durante la misma ceremonia que, una vez retirado, Hernández asumirá como ministro de Defensa. Este movimiento sugiere un cuidadoso equilibrio de la mandataria: promueve un relevo en la junta militar mientras mantiene cerca a una figura controversial pero con peso castrense.
El clima en el que se da este traspaso es de profunda incertidumbre. Las Fuerzas Armadas, históricamente un actor político decisivo en Honduras, siguen bajo escrutinio público. En este contexto, la presencia de familiares directos de un expresidente convicto envía un mensaje ambiguo. ¿Es una señal de reconciliación, una muestra de que los vínculos del pasado persisten, o una combinación de ambas?
¿Por qué estaban allí?
Frente a esta escena, la presidenta Castro optó por un discurso de estabilidad constitucional. “Respetaré al ganador que declare el Consejo Nacional Electoral”, afirmó, comprometiéndose a una “transición pacífica” y a “entregar el país sin dictadura”.
Sus palabras parecen dirigidas a calmar los ánimos en un año electoral. Sin embargo, contrastan con la visual de la ceremonia: la sombra de JOH, materializada en sus hijas, observando el traspaso de un mando militar que fue pilar fundamental de su gobierno.
La respuesta a la pregunta inicial —¿por qué estaban allí?— no es simple. Su presencia no fue un accidente protocolario. Funciona como un recordatorio tangible de que en Honduras, incluso en los momentos de mayor formalidad institucional, el pasado nunca está completamente ausente, y las líneas entre las eras políticas a menudo se difuminan en lugar de romperse.
¿Llegaron a dar las gracias a los militares?
En entrevista para los medios, Isabela Hernández aseguró que su padre JOH no tiene planeado regresar a Honduras. “Como ha dicho mi padre, por el momento no tiene intenciones de regresar al país. Consideramos que será una decisión que se tomará cuando sea más prudente”, dijo la hija del exmandatario que purgó más de tres años en prisión por narcotráfico.
En cuanto a su presencia y la de su hermana Daniela en el traspaso de mando de hoy, Isabela Hernández señaló que familia pretendía “dar las gracias a los militares que se retiran, reconociendo su servicio a nuestro país”.
Además, expresó que su familia está “consciente” de las elecciones en Honduras y que mantiene su papel “dentro del proceso democrático del país” y esperan que se cumpla la ley en lo referente al proceso electoral.
Para finalizar, la hija de JOH habló sobre la salud y el estado de su padre, quien según ella “está muy bien, agradecido por su libertad y concentrado en la familia”.
Xiomara «regala» banco a militares
La presidenta Xiomara Castro anunció hoy la creación del nuevo banco de las Fuerzas Armadas, que se llamará Banco Corporación Financiera Internacional S.A. (Bancofinter).
As´, el nuevo banco castrense pasa a ser la institución bancaria número 16.
“Mi gobierno del socialismo democrático siempre en apoyo a las Fuerzas Armadas hoy se complace en anunciar al pueblo hondureño un paso histórico para la institucionalidad militar, las gestiones y estudios de factibilidad para la creación de un nuevo banco para las Fuerzas Armadas de Honduras han sido aprobadas y concluidas satisfactoriamente”, informó.
Citó que en La Gaceta número 37020 se detalla la conformación de la institución bancaria militar que fue aprobada por la Comisión Nacional de Banca y Seguros.
Castro detalló que Bancofinter garantizará la seguridad social, la estabilidad de los hombres y mujeres que sirven a la patria a través del cuerpo armado.
Cofinter operaba como sociedad financiera desde el 12 de agosto de 1999, pero ahora pasa a ser un banco del sistema financiero.
Las FF. AA. ya habían tenido un banco, Banffaa, fundado en agosto de 1979 y adquirido por BanPaís en septiembre de 2003.
En la actualidad, la banca nacional la componen 15 instituciones: Banco de Honduras (Citi), Banco Atlántida, Banco de Occidente, Banco Cuscatlán, Banco Ficensa, Banhcafé, Banpaís, Ficohsa, Lafise, Davivienda, Promérica, Banrural, Banco Azteca, Banco Popular y BAC Credomatic.
En septiembre del 2024 esta pieza periodística señala los nexos de Lenir Pérez, los militares, el gobierno de Xiomara Castro en el marco del asesinato de Juan López.
