La Octava Feria del Libro se desarrolló del 22 al 24 de abril en Tegucigalpa como una forma de acercar la cultura a toda la ciudadanía
Texto y fotos de Dunia Orellana y Dennis Arita
Tegucigalpa, Honduras. “Ya teníamos ganas de volver a estar con el público después de dos años cerrados por la pandemia”, dijo el director del Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET), José Carlos Balaguer, quien se refirió de esa manera a la Octava Feria del Libro que se desarrolla del 22 al 24 de abril en el Redondel de los Artesanos en el centro de Tegucigalpa.

La feria se ha desarrollado bien, aunque llovió durante la tarde del primer día de la actividad. La lluvia obligó a muchos expositores a guardar a toda prisa sus libros para que no se mojaran. A pesar del ambiente nublado, las actividades culturales en el Redondel siguieron con gran éxito el sábado de 10:00 am a 10:00 pm y continuaron hoy de 10:00 am a 5:00 pm.

La Octava Feria del Libro se desarrolló virtualmente durante lo peor de la pandemia en 2020 y 2021, agregó el director del CCET. Con las actividades presenciales de estos tres días, ha sido “un placer estar otra vez con las personas que realmente aman la cultura”, dijo Balaguer.
Cientos de visitantes de todas las edades se aglomeraron alrededor de los puestos de la feria en la que participan 19 librerías y editoriales y una docena de autores independientes.
Al Redondel llegaron representantes de editoriales prestigiosas como Sofo, Asociación Nacional de Escritoras de Honduras, Guaymuras, Casasola, Mimalapalabra, Efímera, Ramsés, La Chifurnia, Santillana y otras.

En el evento ha habido lugar no solo para la producción editorial nacional, sino además para la música y el teatro. Ayer, por ejemplo, se presentó al aire libre la obra teatral Temblad, gigantes del mundo, del Grupo Teatral Bambú, para celebrar el Día del Idioma Español. También se presentaron conjuntos musicales como DJ Chilin y Banda Natural.

Una oportunidad para lo nuevo

Con la feria presencial de 2022 se da un nuevo impulso a la creatividad de las y los hondureños y se reabre un espacio de fiesta cultural que fomenta la discusión, la lectura y la vida social.

Sobre todo, aseguró José Balaguer, “es darle la oportunidad a la gente más joven de presentar sus obras y proyectos. No se trata solo de vender libros. Se trata de crear una comunidad a través de los libros y la cultura. Es un evento para toda la familia para que los niños se acerquen a la cultura”.
La finalidad de la feria de hacer que personas de todas las edades, en especial las y los niños, se acerquen a la cultura se cumplió en esta Octava Feria del Libro.
Desde Reportar sin Miedo esperamos que no solo siga realizándose esta feria en la que los espacios públicos se convierten en lugares “donde lxs ciudadanxs puedan encontrarse”, como afirmó el director del CCET.
También apoyamos desde nuestro medio toda iniciativa parecida que ayude a recuperar los espacios, haciéndolos espacios de seguridad por medio del impulso de la cultura y la vida pacífica en sociedad.