La lideresa originaria obtuvo el Premio Europa de Derechos Humanos en Honduras. Se lo entregó la coordinadora de Cattrachas, Indyra Mendoza
Por Amelian Zerón
Tegucigalpa, Honduras. La defensora de derechos ambientales y humanos María Felícita López fue premiada el pasado 6 de diciembre por la Unión Europea por su activismo a favor de los pueblos originarios a los que ella pertenece.
La UE reconoció públicamente la labor de López por promover, defender y proteger los derechos humanos y ambientales de la mujer lenca entregándole el Premio Europa de Derechos Humanos en Honduras.
Este reconocimiento internacional se entrega como una acción positiva de respaldo al trabajo y al aporte a la democracia, el Estado de derecho y la construcción de la paz, según la UE.

La activista López, quien es madre de cuatro hijos, ha dedicado su vida a la lucha social, defendiendo los derechos humanos y ambientales, facilitando ayuda a mujeres que son víctimas de violencia. Además, la defensora lenca es comunicadora social.
Comunicando desde sus orígenes
La mayoría de los medios de comunicación tradicionales fueron influenciados por el régimen del exmandatario Juan Orlando Hernández, generando manipulación de la información que daban los comunicadores sociales.
Es por eso que López, luego de tantas luchas, se ha convertido en una comunicadora social luego de analizar que la mayoría de los medios se han visto influenciados por el dinero, aseguró la premiada activista.
“Muchas veces, los medios tarifados no reflejan la realidad de las comunidades, los pueblos y el departamento”, expresó la corresponsal de Radio Progreso. “Como corresponsal, ha sido un honor para mí porque he podido dar la información de lo que se vive desde las comunidades y visibilizarlas”.
Así nace una líder
La activista López fundó la organización Movimiento Independiente Indígena Lenca de la Paz Honduras (Milpa) en 2011.
“Yo era miembro de la organización. Después de eso fui parte de las comunidades, daba las comisiones de diálogo y de negociación por el proyecto hidroeléctrico y después me nombraron coordinadora de género en Milpa”, relató.
“En el departamento de La Paz había dos concesiones hidroeléctricas. A raíz de esa lucha inicia la organización”.
A lo largo de los años, López relata que se han enfrentado a múltiples conflictos con las autoridades, ya que, por parte de funcionarios políticos, la comunidad de El Volcán ha sido perseguida y criminalizada.
“Nos hemos enfrentado a la persecución, a la criminalización de compañeros y compañeras, al igual que la militarización, campañas de odio y señalamientos directos por parte de alcaldes de Cabañas y Santa Elena, en el río Chinacla, donde en su momento hubo violación a los derechos humanos”.
El gobierno de Juan Orlando Hernández, entregó por medio del Congreso Nacional, a la entonces presidenta del Partido Nacional, Gladys Aurora López, alrededor de 102 kilómetros de tierras pertenecientes a la población lenca con el objetivo de construir 10 concesiones mineras e hidroeléctricas en el departamento de La Paz.
Esto dejó como resultado la muerte de más de 20 personas que defendían el territorio lenca.
“La comunidad de El Volcán ha sido muy perseguida. En su momento se le acusó de ser una comunidad de narcotraficantes, guerrilleros y mareros. En 2015 pusieron un operativo militar, entró el ejército de Marcala, la Policía Nacional y civiles armados con leños, piedras y machetes”, relató López.

“Fue horroroso y asqueroso porque entraron a las 4:30 de la madrugada sin órdenes de cateo ni nada. A los niños lo sacaron desnudos, descalzos. Golpearon a Ana Romero, quien estaba embarazada y producto de eso criminalizaron a seis personas”.
Ese mismo año asesinaron a Bertha Cáceres, la lideresa del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), quien defendía constantemente las tierras ancestrales de la población originaria lenca, ya que serían afectadas por los proyectos extractivitas.
Luchas actuales en la comunidad de El Volcán
Con la llegada al poder de un nuevo gobierno, las poblaciones originarias siguen afectadas por proyectos extractivistas que no dejan más que daño social y territorial en las tierras ancestrales que aportan un valor cultural importante al país.
El primero de junio del año 2022, el alcalde quería empezar a construir un hotel en la montaña.
“Dijo que haría lo que él quería en la comunidad y que no se podían oponer al proyecto”, señaló Felícita López.
El 24 de marzo de este año, colaboradores de Milpa y del Consejo Indígena Nueva Esperanza Santa Elena recibieron amenazas del señor Amadeo Ventura y de Alexis Ventura, quienes ya tenían un plan para hacer desaparecer a los líderes originarios.
“Nos dijeron que lo iban a hacer fuera o dentro del territorio y nos decían que venían por parte del gobierno actual desde la Fiscalía Especial de Patrimonio Cultural”, añadió López.
La lideresa logró llevar a cabo una audiencia para plantear las consecuencias para la comunidad si se construía el hotel en la montaña y la Fiscalía Especial de Patrimonio y Cultura alegó no tener conocimiento sobre dicho proyecto.
El mecanismo ha dejado abandonada a López, quien continúa en la lucha, a pesar de que su familia también ha sufrido persecuciones.
“El mecanismo lo único que me dice es que vaya a denunciar y lo que más me preocupa es que cada vez que voy a poner la denuncia me cuestionan mucho y me quedan viendo mal”, dijo López.
La activista y defensora ha recibido el premio Europa por su constante defensa de los derechos humanos, ambientales y de las mujeres lencas; sin embargo, asegura que no debería ser reconocida por entes internacionales, sino por su propia patria que la ha dejado al borde del abismo.

“No debería ser la Cooperación Internacional o la Unión Europea que debería reconocer nuestra labor y garantizar nuestros derechos como defensores de derechos humanos, sino que debería ser el Estado de Honduras”, indicó.
“Al mismo tiempo, para mí es un reconocimiento a muchas mujeres, hombres y pueblos originarios que están luchando cada día por su territorio, por la reivindicación de los derechos indígenas”.
Las poblaciones originarias han tenido luchas en el marco del actual gobierno contra empresarios internacionales que quieren convertir las tierras ancestrales en lugares turísticos con el fin de monetizarlos.
“El Estado debería tomar conciencia de cómo los países están acuerpando la lucha del territorio en la reivindicación de los territorios ancestrales e indígenas”.
López envió un mensaje a las nuevas generaciones: “Si toma agua, que se una a la lucha, el territorio es la vida y la vida no se vende; la vida se ama y se defiende”.
Las poblaciones originarias esperan que se deroguen todas las concesiones hidroeléctricas en el departamento de La Paz y que los derechos humanos y ambientales no sigan siendo violentados para respetar la vida de la personas en los territorios ancestrales.