Cada Día Internacional contra la LGBTIQ-fobia, las organizaciones se pronuncian para visibilizar los problemas persistentes que amenazan la existencia de las personas LGBTIQ+ en Honduras. Este año, el viernes 17 de mayo, San Pedro Sula lucía desolada
Texto y fotografías: Sandre Ruiz
Editora: Dunia Orellana
San Pedro Sula, Honduras. Organizaciones aliadas y el Comité LGBTIQ+ coincidieron en la Plaza de las Banderas este 17 de mayo, uniendo voces y espacios para llevar a cabo dos eventos: el Día Nacional de la Respuesta al VIH y el Día Internacional contra la LGBTIQ-fobia.
La población diversa sigue siendo vulnerada en sus distintas formas de existir y resistir. El Observatorio de Violencia de Cattrachas ha registrado 505 muertes violentas de personas LGBTIQ+ y 5 desapariciones desde 2009 hasta 2024, siendo San Pedro Sula una de las ciudades más violentas.
En la zona norte hay aproximadamente diecinueve organizaciones LGBTIQ+. No es nuevo que la concentración de actividades diversas en fechas alusivas de importancia e impacto social se centre solo en Tegucigalpa.
Solo hubo dos actividades en la Plaza de las Banderas, donde el Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula llevó a cabo su eje central de protesta política: “La CIDH falló, El Estado de Honduras sigue incumpliendo”.
Pintaron y construyeron un mural con relatos reales impresos en papel sobre cómo fue salir del clóset o vivir con una orientación sexual e identidad de género diferente en el país y cómo han afrontado esta situación, escritos por al menos 80 personas diversas.
En el mural también se ve la foto de Cristina Portillo con el mensaje “No me olviden”. Portillo, una chica trans, fue llevada contra su voluntad el viernes 24 de noviembre del 2023 de su negocio en el distrito Rivera Hernández.
Entre “dinosaurios” que no quieren relevo
¿Por qué las organizaciones LGBTIQ+ del Valle de Sula son instrumentalizadas por la agenda LGBTIQ+ de Tegucigalpa?
En una entrevista a Reportar Sin Miedo, Osman Lara, presidente del Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula, cuenta que los líderes LGBTIQ+ con experiencia se encuentran en Tegucigalpa, quienes además tienen más de 25 años de liderar (son los “dinosaurios” del movimiento diverso en Honduras).
No aceptan ni quieren un relevo generacional, por lo tanto, no toman en cuenta ni visibilizan a las organizaciones, movimientos y asociaciones de la zona norte que poseen liderazgos jóvenes, nuevos, de nuevas orientaciones y expresiones de género y disidencias.
No reconocer a estos nuevos activistas y defensores de derechos humanos jóvenes crea una fisura regional evidente, una realidad a voces en la comunidad que genera un profundo desaliento de lucha.
Al tener la experticia y personalidad jurídica que las organizaciones de la zona norte no tienen, tratan de captar todo el mercado de donantes y realizan actividades que al final no tienen el mismo impacto o resultado de las organizaciones de la zona norte, como marchas, maratones y desfiles.
¿Existe verdadera voluntad del Estado de conocer las preocupaciones y peticiones de la población LGBTIQ+ en la zona norte?
Lara confirma que no existe una verdadera voluntad de inclusión. La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) abrió una instancia llamada Unidad de Políticas e Inclusión, coordinada por Javier Carrington, quien creció y fue parte de los movimientos LGBTIQ+ de la zona y hasta el momento no se ha reunido con las organizaciones de la zona norte. “Su enfoque ha sido una réplica de los vicios políticos, beneficiándose del movimiento LGBTIQ+ y solo utilizándonos en Tegucigalpa”, afirma Lara.
“No ha hecho ninguna reunión con nosotros y en sus publicaciones o plan de acción la zona norte no es tomada en cuenta, sólo la zona central (Tegucigalpa). Esto conlleva una clara connotación porque aquí está el relevo generacional del movimiento LGBTIQ+ y aquí es donde se están fundando grupos, organizaciones, asociaciones y comités. Los líderes de los movimientos LGBTIQ+ en Tegucigalpa llevan más de 25 años en el poder y están creando esa brecha, pero el Estado sigue enfocándose sólo en Tegucigalpa cuando la zona norte es la más violenta para personas LGBTIQ+”, expresó Lara.
La apertura de diálogo por parte del Estado está centrada, institucionalizada y monopolizada en Tegucigalpa. Lleva un componente de adultocentrismo, sólo quieren a personas que no están aportando nada al movimiento LGBTIQ+ y que únicamente dicen sí a las imposiciones del Estado y de los líderes con mayor experiencia, señaló el líder del Comité del Valle de Sula.
Lara relata que tener una opinión diferente o contradecir las imposiciones de los líderes con “mayor experiencia” trae consecuencias para la lucha LGBTIQ+, como la invisibilización total, equivalente a una muerte social de lucha ante acciones de incidencia LGBTIQ+ que vale la pena reconocer, visibilizar y replicar en Honduras.
Piden abrir el diálogo con el Estado
Hay que posicionarse, reunirse, seguir alzando la voz, haciendo un monólogo que al final es una exigencia y un deber para el Estado, según Osman Lara. “Exigimos al Estado poner los ojos en la zona norte, donde están ocurriendo más violaciones de derechos humanos y asesinatos. No vamos a parar de insistir y alzar la voz al unísono de nuestras situaciones. Somos más de 14 organizaciones en el Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula y seguiremos sumando para ejercer más presión hasta que se nos escuche de verdad”.
La segunda actividad se llevó a cabo en el parque central de San Pedro Sula, convocada por amigas aliadas a la diversidad: Las Autoconvocadas. En el plantón estuvieron presentes el CUBS-VS, el Comité LGBTIQ+ del Valle de Sula y Las Autoconvocadas. Se pronunciaron como disidencias sexuales en contra de toda forma de odio y violencia. Gritaron consignas con megáfonos como: “¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata lesbianas/bisexuales/intersexuales en la cara de la gente! ¡Iglesia y Estado, asuntos separados! ¡A Cristina se la llevaron viva, viva la queremos!”.
Las Autoconvocadas hicieron un llamado a la conciencia para visibilizar las violencias y los resultados que las personas LGBTIQ+ viven a diario. Hicieron notar que están y siempre harán ruido, nombrarán a cada persona violentada, asesinada o desaparecida por la homolesbobitransfobia que tanto se ha normalizado para olvidar su resistencia, su lucha y su vida. “Como feministas, sabemos que somos espacios aliados, que estamos resistiendo juntos, que nos acompañamos en nuestras luchas y por eso nos autoconvocamos”, dijeron.
El llamado es para el gobierno de Xiomara Castro. “En campaña nos nombraba como una consigna, que seríamos prioridad, pero vemos que las cifras de personas asesinadas, desaparecidas y la violencia hacia nosotres sigue vigente, van subiendo y no vemos voluntad política de crear leyes para protección y aplicabilidad de las mismas”.
Las personas manifestantes cerraron el plantón encendiendo velas, recordando a todas las personas LGBTIQ+ que han sido asesinadas por agresores y homicidas odiantes de las disidencias sexuales en Honduras.
En conclusión, las organizaciones LGBTIQ+ y bufetes de abogadas y abogados aliados están llevando la batuta y la voz de denuncia, apelando por justicia, por una eliminación real de las desigualdades estructurales y por mecanismos integrales de reparación a las víctimas y sobrevivientes de violencia que aún siguen siendo vulneradas por un sistema cis-heteropatriarcal.
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