Con una declaratoria manchada de ilegalidad y una «decisión imperial», las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López y el suplente Carlos Enrique Cardona impusieron a «Papi a la Orden» en el poder
Por Dunia Orellana
Contribuyeron con este reporte Daniel Fonseca y Kevin Contreras
Tegucigalpa, Honduras. Apenas dos horas después de que un video pregrabado difundiera la declaratoria presidencial —“arbitraria” e “ilegal” para la oposición—, la consejera electoral Cossette López salió de compras en un centro comercial de lujo, según otro video publicado en redes sociales. Aunque no ha quedado clara la fecha de esta última grabación, lo cierto es que hoy fue la primera vez que la publicaron. Poco antes, López había abandonado una embajada no identificada en la capital, donde permaneció resguardada.
En el video grabado en el mall de Tegucigalpa, una voz entre la multitud le grita a la consejera: “¡Sos una basura y ladrona!”. La escena contrasta con la narrativa que López, figura nacionalista, ha sostenido durante todo el proceso electoral, presentándose como víctima de violencia política y de género.

A todo esto, Honduras cumplía 24 días sin un resultado oficial. El país ha estado sumido durante ese tiempo en una crisis poselectoral sin precedentes, marcada por acusaciones de corrupción y manipulación. La palabra “fraude”, sin embargo, brilla por su ausencia en los comunicados oficiales de la OEA, la Unión Europea y el gobierno de Donald Trump.
La declaratoria que favoreció al favorito de Donald Trump se realizó sin cadena nacional, sin la presencia física de los tres consejeros titulares y sin convocar al oficialista Marlon Ochoa. Solo aparecieron en pantalla Ana Paola Hall (liberal) y Cossette López, junto al suplente nacionalista Carlos Enrique Cardona, quien estuvo presente pero fuera de cámara.
“No se necesita una sesión de pleno del CNE; la ley no lo exige”, justificó Hall en el video de 22 minutos que pretendió sellar, desde un estudio privado, una de las elecciones más plagadas de retrasos, sospechas y errores de la historia hondureña.
Marlon Ochoa fue categórico: las consejeras Hall y López “actúan con la ilegalidad de siempre” al imponer una declaratoria “desde una embajada”, sin cerrar el conteo ni las impugnaciones. “Lo entiendo —dijo—: lo que quieren Estados Unidos y las élites del crimen es un presidente funcional, aunque sea mediante un golpe de Estado electoral”.
Papi Asfura, de la basura al poder
Tras ser declarado ganador por la consejera Ana Paola Hall, el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura —avalado por Trump— se topó con el rechazo frontal de su contendiente. Salvador Nasralla, del Partido Liberal, aseguró que no cederá ni reconocerá los resultados electorales.
Al empresario y político hondureño de origen palestino, figura central del Partido Nacional, Nasry Juan Asfura Zablah, las críticas “le llovieron” en 2005. Ese año, «Papi a la Orden» se desempeñó como representante de la empresa Sulambiente, con la cual obtuvo 8.1 millones de dólares de la municipalidad de San Pedro Sula por un contrato de recolección de basura nunca ejecutado. A esto se suman cuestionamientos sobre la administración de las cuentas públicas durante su gestión municipalidad en Tegucigalpa, así como varias causas pendientes ante la justicia hondureña.

En cuanto a la victoria electoral de Papi, las dos consejeras afirmaron que más del 98 por ciento de las hojas de recuento habían sido procesadas y que era «aritméticamente imposible» revertir la victoria de Asfura. El recuento final de votos mostró que había ganado por 27,000 votos o un margen de menos de un punto porcentual.
Después de anunciarse los resultados, Asfura se manifestó en una publicación en redes sociales. «Honduras: Estoy listo para gobernar. No te voy a fallar», escribió. Entretanto, en la sede de la campaña de su partido, sus partidarios corearon: «¡Sí, lo hicimos!» mientras comían tamales.
Por otro lado, el mandatario estadounidense Donald Trump hizo una vaga amenaza. Trump afirmó que, si Asfura no ganaba, «Estados Unidos no tirará dinero bueno después de lo malo».
Dos consejeras de tres del Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró como presidente electo a Nasry “Tito” Asfura, quien gobernará Honduras en el periodo 2026-2030.
— Reportar Sin Miedo (@ReportarsinMied) December 24, 2025
En el búnker del Partido Nacional, dirigentes nacionalistas y militantes del Partido recién declarado como… pic.twitter.com/JMubBaEgQl
Nasralla nunca fue el favorito
«Esta es la Navidad más triste para el pueblo hondureño», dijo Salvador Nasralla.
El candidato liberal afirmó que algunos de los votos disputados no se habían contado antes de que se anunciaran los resultados finales. «No estoy pidiendo confrontación. No te estoy pidiendo que te lleves a la calle», agregó Nasralla. «Pero cuando permanecemos en silencio ante la injusticia, la paz muere».
Aunque Nasralla bailó, oró, lloró y abanderó el movimiento MAGA en Honduras para ganar la simpatía de Trump, el presidente estadounidense lo describió como un “comunista de clóset”.

Encima de eso, a Nasralla lo abandonaron sus más fieles correligionarios, a quienes bajo el manto de su popularidad llevó al poder, como el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, y los diputados por Francisco Morazán, Rashid Mejía y Luz Ernestina Mejía.
Una decisión imperial
El sacerdote Ismael Moreno, conocido como el padre Melo, declaró que no era extraño lo ratificado por las consejeras y que con su decisión se abre un escenario de enorme inestabilidad política en Honduras.
“La declaratoria viene cargada de una decisión imperial, un gobierno impuesto por decisión geopolítica, fuera del país y en contra de los intereses de amplios sectores de la sociedad hondureña”, dijo en entrevista con Radio Progreso.
«Es la crónica de un proceso electoral frustrado y anunciado… cargado de fraude ya debidamente anunciado», afirmó. Melo subrayó que el proceso transitó por un «túnel de control y manipulación» desde el 30 de noviembre.
El religioso anticipó un escenario complejo y conflictivo. «Nos espera un fin de año caliente, agitado y un comienzo de año inmensamente cuesta arriba, cargado de alta conflictividad», señaló.
Aunque Melo hizo un llamado a la mesura y al análisis tranquilo, reconoció que los caminos que se abren no son pacíficos ni aceptados por toda la sociedad.
Al preguntarle por el significado del retorno del Partido Nacional al poder en este contexto, su respuesta fue contundente. «Es el retorno de la barbarie, sin duda alguna», aseguró.
Moreno vaticinó además que no habrá reformas electorales y se revivirá una «institucionalidad debidamente controlada y arbitraria».
“Es abusivo”: Omar Menjívar
El abogado penalista Omar Menjívar calificó de “arbitraria” e “ilegal” la declaratoria de presidente emitida por las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López.
En primer lugar, Menjívar señaló la violación al debido proceso. “No se terminaron de escrutar las urnas que habían presentado inconsistencias. Eso es abusivo”, afirmó.
Agregó que lo más grave fue desestimar las solicitudes de nulidad presentadas por candidatos a diputados. “Eso desdibuja el debido proceso y el Estado de derecho; lo tira por la borda de la manera más terrible que podamos imaginarnos”, sentenció.
Para ilustrar la magnitud del atropello, Menjívar hizo una analogía contundente. “Es como si una persona mata a otra frente a decenas de testigos, y el tribunal, sin evacuar pruebas, la absuelve y les dice a los familiares de la víctima: ‘Si no están de acuerdo, vayan a impugnar a la Corte Suprema’”.
Según su análisis, las consejeras “han despreciado por completo el debido proceso” al declarar sin lugar las nulidades de manera anticipada, renunciando así a sus obligaciones legales.
La declaratoria, “un golpe de Estado electoral”
Con durísimas palabras, Luis Redondo denunció la declaratoria presidencial como un «golpe de Estado electoral» y una «traición a la patria».
El presidente del Congreso Nacional acusó directamente al consejero suplente Carlos Cardona de romper su juramento de defender la Constitución.
También señaló a Cardona por haber incumplido su compromiso de no avalar lo que Redondo considera «el fraude del Partido Nacional». Su conclusión fue terminante: al actuar «fuera de la ley», la declaratoria carece por completo de validez jurídica.
Mientras los partidarios de “Papi” celebraban con tamales en la sede de campaña y Trump lanzaba advertencias vagas desde el norte, la otra Honduras —la que lleva 24 días respirando incertidumbre— recibió la noticia con un silencio espeso.
No hubo cadena nacional ni debido proceso. Solo un video pregrabado, dos consejeras apresuradas y una firma que pretendió borrar, en 22 minutos, 288 impugnaciones, 19,167 actas en duda y la voluntad de un pueblo.



