Por Dunia Orellana
Ellas, ellos y elles son la nueva fuerza desde las bases que revoluciona la mayoría de los movimientos LGBTIQ+ en Honduras
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Desde los 20 hasta los 40 años, estos 21 jóvenes demuestran su liderazgo en diferentes campos y espacios y muchas veces no tienen visibilidad. Hoy rendimos un homenaje a quienes desde su lucha están cambiando la historia de Honduras.
Ellas, ellos y elles reflexionan sobre lo que es vivir en un ambiente político, social y religioso como el de Honduras y luchar todos los días contra la lesbofobia, homofobia, bifobia y transfobia. Ahora ya muchxs especialistas ya hablan de LGBTI+ odio.
Su participación, activismo y visibilidad hacen que cada vez más jóvenes se inspiren a dejar de vivir con miedo en una Honduras donde en los últimos 11 años han asesinado a 370 personas de la diversidad sexual, según el Observatorio de Muertes Violentas de la Red Lésbica Cattrachas.
El 28 de enero, el Congreso de Honduras de mayoría conservadora (61 de los 128 congresistas pertenecen al Partido Nacional, actualmente en el gobierno), blindó dos artículos de la Constitución: el 67 que prohíbe el aborto y el 112 que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Expertxs en derechos humanos de la ONU y de organismos regionales han instado hoy Día Mundial de la Lucha contra la lesbofobia, homofobia, bibofia y transfobia a los gobiernos, a las instituciones confesionales y a los líderes religiosos a acoger con respeto y compasión a la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y personas con diversidad de género (LGBT), y a rechazar las políticas, leyes y prácticas que discriminan o alimentan los prejuicios.
Por ejemplo, el 10 de noviembre de 2015 la Confraternidad Evangélica de Honduras le solicitó al presidente del Congreso que detuviera toda iniciativa a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Asimismo, la investigación Los profetas del presidente, del proyecto Trasnacionales de la Fe (liderado por Columbia Journalism Investigations) explica que en 2018 el pastor evangélico Miguel Muñoz oficializó la llegada de Capitol Ministries al Poder Legislativo.
De 20 a 30 años

Para Amelia, pelear por su comunidad es lo más importante, por eso a diario a través de las redes sociales exige al gobierno de Juan Orlando Hernández que garantice los derechos a las personas trans. Ella enfrenta los prejuicios preparándose todos los días y sabe que las mujeres trans en Honduras tienen que salir a flote de distintas maneras porque el Estado no les garantiza sus derechos, entre ellos, el cambio de la identidad de género, acceso a la salud, justicia y empleo.
Amelia sueña con convertirse en una inspiración para que más personas sigan apoyando las luchas de las personas LGBTIQ+ y que también las personas heterosexuales se vuelvan aliadxs. “No nos tengan miedo porque apoyar a las personas LGBTIQ+ es apoyar a los derechos humanos”, dice.

Desde la adolescencia, Violeta comenzó a empoderarse a través de la lectura y la visibilización de las luchas de las personas LGBTIQ+.
Elle se considera una persona no binaria privilegiada porque a pesar de los prejuicios puede pasar desapercibida, aunque ha pasado momentos difíciles con el acoso callejero. Una vez fue acosada por los militares cuando andaba caminando en las calles con su pareja, que es una mujer trans.
Sobrevivir es, para Violeta, la mejor forma de cambiar la historia de Honduras. “La transexualidad no es una orientación sexual, es una identidad de género, al igual que ser queer y travesti. Las personas intersexuales tampoco son una orientación sexual, es un sexo biológico y puede llegar a ser una identidad de género”, afirma.
Deninson Javier Escalante
Edad: 22
Ocupación: coordinador de la Asociación Diversa del Sur de Honduras
Lugar: Choluteca Instagram: @deninsoneuceda

Aceptarse como persona LGBTI fue clave para que Deninson comenzara a reivindicar los derechos humanos diversos. Las organizaciones sociales le permitieron afrontar la violencia y los prejuicios y le dieron herramientas para formarse como persona y líder y hombre gay.
Deninson lucha siempre para que las poblaciones diversas y los jóvenes vivan “libres de violencia y prejuicios”. Para él, ser joven en Honduras es difícil, y lo es más al ser activista y defensor de los derechos humanos. Como defensor, le ha tocado apoyar a decenas de personas y llorar con ellas. Lo importante para él es buscar justicia aunque, como en 2019, la seguridad del Estado lo golpeara e insultara.
Con su trabajo voluntario en Adish, está cambiando la historia de Honduras, organizando y empoderando a las comunidades de Choluteca. Deninson cree que el activismo es importante para tener una voz más poderosa al unirse a la de otras personas.
Fran Jerez
Edad: 22
Lugar: Siguatepeque
Ocupación: artista autodidacta/emprendedore

El activismo para Fran empezó cuando vio las dificultades por las que pasaban otras personas diversas. Para elle, es esencial no quedarse callades y cuestionar todas las prácticas heteronormadas, racistas, clasistas y LGBTI-fóbicas.
Lo peor que le ha pasado a Fran es haber sufrido acoso sexual. Espera contribuir a cambiar la historia de su país autogestionando fondos para las otras personas LGBTIQ+. Incita a los demás a no quedarse “callades nunca”, a denunciar, a cuestionar el sistema cis-heterosexual, a resistir y cuestionar nuestras prácticas.
Leafrox
Edad: 23
Ocupación: autogestivo Lugar: Siguatepeque, Comayagua
Instagram: @leafrox_

Leafrox comenzó su activismo debido a las situaciones que le ha tocado vivir y sobrevivir y porque deseaba cuestionar las estructuras opresoras normalizadas. Su contribución al cambio en Honduras consiste en crear arte fuera de lo académico y normal, en ser ella misma en lo público, en defender a los pobres y a la gente diversa, gordes, neurodiversxs, con discapacidades y niñxs.
Leafroz pide a la sociedad que escuche y dé espacios a existencias negras, indígenas, pobres, de pueblo, empobrecides, con discapacidades, gordes, niñes y a la comunidad de la diversidad sexual. Elle se considera lesbiana afrodescendiente no binaria.
Néstor Hernández
Edad: 24 años
Lugar: Tegucigalpa Ocupación: activista
Instagram: @nesnandez
Néstor Hernández, activista gay y fundador de la organización Honduras Diversa comparte su visión de una Honduras segura, equitativa e inclusiva, y su experiencia personal al recibir ataques y amenazas homofóbicas.
Hernández alega que él y su organización fueron objeto de ataques en febrero por parte de miembros de la Policía Nacional de Honduras por publicar en Internet sobre la muerte de Keyla Martínez cuando estaba bajo custodia policial.
Considera esencial proporcionar espacios seguros -tanto físicos como virtuales- a los hondureños LGBTQ+, que no están protegidos por ninguna ley contra la discriminación, lo que ha llevado a muchos de ellos a abandonar sus hogares con la esperanza de refugiarse en otro país. Hernández, que buscó refugio en España en 2019, regresó a Honduras después de nueve meses para ser un «agente de cambio» en su comunidad.
“Somos víctimas de la violencia estatal, social y cultural; los medios de comunicación siempre hacen sensacionalismo político para mantener sus altos índices de audiencia a costa de las personas LGBT; los líderes religiosos perpetúan constantemente el discurso de odio diciendo que la homosexualidad es un pecado, que irás al infierno por ser gay, que tienes un demonio dentro de ti”, dijo a Latin Republic en una reciente entrevista.
Kataleya Jesús Domínguez
Edad: 25
Ocupación: educadora en Oprouce Lugar: La Ceiba, Atlántida

Las violaciones de sus derechos humanos motivaron a Kataleya a convertirse en activista. Hoy trabaja capacitando para la Organización Pro Unión Ceibeña con valentía y el deseo de educar y cambiar el pensamiento de la sociedad.
Para Kataleya, la peor experiencia ha sido la discriminación policial contra ella y el asesinato impune de muchas de sus compañeras trans. Para cambiar este contexto de violencia, Kataleya se ha convertido en formadora y busca incentivar a las mujeres trans a abrirse puertas. ¿El mensaje de Kataleya? Educarnos y crear más oportunidades laborales para seguir creciendo como personas.

Li tiene años de hacer activismo de pueblo y de barrio, de apoyar las luchas territoriales y activar como disidente sexual en ruptura con los sistemas de opresión. Li lucha contra los prejuicios mediante la resistencia en grupo y pidiendo la guía ancestral.
Lo más duro para Li es haber nacido en un país colonial, heterosexual, binario y racista, haber sufrido diferentes abusos, haberse defendido por su cuenta desde la niñez y sufrir persecución política. Elle se considera un transexual lenca no binario.
Para cambiar su país, Li hace activismo político, disidente, sexual y de barrio, reconociéndose y nombrándose públicamente como una persona trans no binaria. Además lucha desde el análisis no académico, la poesía y el arte, y sobre todo lleva su discurso a la acción. “No hay que dejar de resistir y sonreír”, aconseja Li. Pide cuestionar todo tipo de violencia, visibilizar a las personas trans no binarias y neurodivergentes.

En Honduras y en la mayoría de países latinoamericanos no hay modelos ni visibilidad para la comunidad LGBTIQ+, lamenta Erick. “Eso perpetúa la creencia de que nuestra existencia no es válida”.
Contra esas ideas retrógradas, Erick lucha por medio de la existencia libre, “sin pedir perdón o permiso a nadie”. Contra obstáculos como la persecución y discriminación religiosa que lo marcó, Erick propone tener conversaciones públicas sobre temas LGBTIQ+, aceptar nuestro ser auténtico y animar a otros a salir de las sombras. Para él, la respuesta contra los prejuicios es “usar nuestra voz y cualquier recurso o privilegio para avanzar con nuestra causa”.
Alexa Maradiaga
Edad: 27
Lugar: Tegucigalpa, Francisco Morazán
Actividad: abogada, educadora popular

La lucha de Alexa comenzó en el magisterio y de allí pasó a discusiones donde contactó con espacios LGBTIQ+. Después entró en organizaciones de derechos humanos donde habló del tema LGTBIQ+ “como algo liberador”.
Para Alexa, luchar contra los prejuicios significa enfrentarse a ideas equivocadas sobre la sexualidad. Para ello informa desde redes sociales, videos o notas para medios digitales. Aunque se educó sin prejuicios, Alexa chocó con situaciones desagradables, como cuando una chica con la que se relacionó fue golpeada por sus familiares. “Recuerdo la impotencia y el miedo”, dice.
Alexa desea cambiar la historia de su país trabajando en el acceso a información pública en temas LGTBIQ+ desde la educación popular con jóvenes. “Quiero asesorar a quienes necesiten el apoyo de un abogade que entienda que la ley está hecha en su contra pero que la justicia está de su lado”. A la población LGBTI le pide organizarse y ser parte del Estado para generar leyes. “No estamos solxs”, asegura.

Desde que Kevhin comenzó su activismo en los movimientos estudiantiles, hace seis años, no ha dejado de ver los prejuicios como un desafío.En su recorrido como defensor, ha tenido que enfrentarse a un intento de secuestro tras ser nombrado vocero del matrimonio igualitario. Se autoidentifica como un hombre gay de origen lenca.
A pesar de las dificultades, Kevhin quiere cambiar su país defendiendo los derechos sexuales y reproductivos de la juventud. “Luchemos juntos para transformar Honduras, donde el amor le gane a la violencia”, exclama.
Milton García
Edad: 27
Ocupación: voluntario de Acción Joven Honduras
Lugar: Tegucigalpa Instagram: @milton_garcia29

Milton, quien se convirtió en activista en pro de los derechos LGBTIQ+ tras participar en una plataforma nacional de jóvenes, se enfrenta a los prejuicios “debatiendo o hablando de manera razonable, sin llegar a lo agresivo”.
Una de las peores situaciones que ha vivido Milton no tiene que ver precisamente con sus luchas por la diversidad sexual: se trata de “la pérdida de mi madre hace nueve años”, confiesa.
Concientizar sobre derechos sexuales y reproductivos, comunidad LGBTIQ+ y el derecho de abortar es la manera como Milton trabaja para transformar su entorno. “Somos seres humanos que tenemos escrito nuestro destino. Vivamos sin etiquetas, prejuicios ni estigmas”, pide.
Nelsy Sandoval
Edad: 28
Ocupación: socióloga Lugar: La Ceiba

“Desde niña estuve en desacuerdo con los roles y las etiquetas que nos imponen”, dice Nelsy sobre lo que la empujó al activismo. Sus cuestionamientos continuaron toda su vida. De su idea de que “existir es resistir” nace Colectiva Casiopea, para mujeres que resisten y viven de formas diversas.
“Entender el porqué” es la forma como Nelsy lucha contra los prejuicios. Para ella, como mujer lesbiana los prejuicios son producidos por el miedo y la vulnerabilidad. “El miedo a lo nuevo y desconocido es mucho más fuerte” que la racionalidad de las personas, opina. Por eso, “ser sentipensante es el reto mayor” contra los perjuicios, asegura.
Nelsy aspira a cambiar su país luchando por que cada niña y mujer tenga y aspire a una vida digna. “Todas valemos”, dice, y propone “acercamos cada vez más” para “ser dueñas de nuestros cuerpos y la únicas que dictamos nuestro futuro”.
Dylan Duarte
Edad: 30 años
Lugar: Tegucigalpa Ocupación: médico y activista
Instagram: @dylan_duarte7
Dylan Duarte “salió del clóset” en enero de 2019. La sociedad machista de Honduras ha respondido a su decisión con la violencia y el rechazo. Pero Dylan se mantiene en pie.
“Fue un proceso paulatino, algo complicado como para decirlo en unas simples palabras”, dice Dylan sobre el proceso que lo llevó a afirmar su masculinidad. “Tardé quince años en decidir aceptar quien realmente soy”.
En el camino se enfrentó, como muchas personas LGBTIQ+, a la violencia gradual. Primero a las burlas crueles, luego a la falta de oportunidades y al final a una brutalidad física que lo marcó. “Hubo agresiones verbales, psicológicas y sexuales que causaron heridas”, dice Dylan. Esos golpes no lo han derrumbado.
Los cambios externos también le trajeron problemas. A algunos de sus colegas se les dificulta aceptar que Dylan es un hombre. Lo rechazaron. Lo vieron mal. Lo trataban como a un bicho raro. Usaron pronombres femeninos que herían a Dylan. Pero el rechazo en su caso fue lo de menos.
Lucía Valladares
Edad: 30
Lugar: Choloma, Cortés Ocupación: Hostelería y turismo

“No me considero activista como tal. He aprendido a no tomarme las cosas personales. La mayoría de las personas los tienen por su ambiente, crianza, etcétera. Por lo tanto, a veces no discriminan por convicción propia, si no por que es algo que simplemente se les enseñó. Al tomar una postura de “te entiendo, pero déjame explicarte mi vida” en lugar de salir enojada o respondiendo como ataque.
El estigma sobre la mayoría de las chicas trans. Creo que tratar de luchar contra eso es una labor titánica, ya que la mayoría siguen reforzando esos estereotipos de mujeres de la calle o sin educación.
Creo que la mejor manera de hacerlo es por la convivencia, la mayoría de la sociedad jamás ha tenido un contacto cercano con una chica trans, por lo tanto sólo conocen los estereotipos como referencias, pero al convivir como una persona regular entre la mayoría le da la oportunidad a aquellos cercanos de ver que mi vida es tan normal y aburrida como la de cualquier otra persona”.
De 31 a 40 años

“Desde mi arte siempre he mantenido esa conexión, sobre todo al haber estudiado en la Escuela Nacional de Bellas Artes me sentí en plena libertad de mostrar mi sentir y mi yo interior.
Es difícil. La verdad no todas las personas te aceptarán tal como eres, más si se basan en tantas etiquetas.
Por ser persona trans me han detenido la Policía Nacional y ATIC por cómo me veo y, claro, soy motivo de burla, cuestionando mi apariencia al hacerme preguntas sin sentido. Sobre todo con la ATIC fue muy feo, me trataron como el peor delincuente solo por pasar caminando y sentarme en una acera. Me pidieron el ID, mi celular y mis cosas y se referían a mí con palabras fuertes y más fue cuando miraban mi identidad y decían mi nombre llamándome y yo levantaba mi mano y lo hicieron varias veces, pero me dejaron ir, solo que fue un susto horrible que preferí no salir muchas veces por mi seguridad.
Busco educar con mis pinturas e ilustraciones. De ahí parte la educación que uno busca fomentar de que somos seres humanos, que todos somos buenas personas y, entre tantas cosas similares, parto del arte erótico para mostrar nuestra belleza corporal y sentimientos.
Somos una población muy ,violentada sobre todo las personas trans vivimos cosas de buenas a malas y más malas debido a que hay poca comprensión o educación sobre el tema. Necesitamos ser más visibilizados como personas trans y tener los mismos derechos que todxs lxs demás”.
Beyger García
Edad: 31 años
Lugar: Santa Rosa de Copán Ocupación: microbiólogo

“Nada más hermoso que ver a los seres humanos empoderarse y tomar el estándar de la libertad y aceptación. La forma como enfrentar los prejuicios o la fobia es mediante la educación. La sociedad señala y juzga todo aquello de lo que no tiene conocimiento. Siempre que tengo la oportunidad me dedico dar a conocer qué significa ser gay, cómo nace el movimiento LGBTIQ+, cuáles son nuestros derechos y deberes. De igual manera trato de ser lo más respetuoso y amable ante personas que se cierran a su manera de pensar y actuar”, dice Beyger.
Para Beyger, lo más difícil que ha vivido como persona abiertamente gay es la estigmatización que existe en la sociedad. “Mi mensaje para la comunidad LGBTI+ es por favor ya no más homofobia entre nosotros mismos, ya basta de etiquetas, ya basta de traición y envidia. Es tiempo de abrazarnos juntos como lo que somos: seres humanos. Es tiempo de respetarnos y valorar la diversidad que hay dentro de la misma diversidad”, finaliza.

Cuando lucía empezó a compartir su poesía, notó los ambientes machistas en la literatura. “Mi activismo comenzó a darle valor a mi voz y crear junto a mis amigas espacios. la literatura ha sido mi principal accionar”, dice.
Lucha contra la invisibilidad nombrándolos tal como es. Ella habla sin vergüenza sobre sus estados mentales (neurodivergencias) y al mismo tiempo crea espacios para la difusión literaria y la visibilidad bisexual.
“A veces es difícil saber qué significa ser diferente desde lo neurológico y explicarlo es mucho más. Una de las formas en que se puede apoyar a las personas con diferentes formas de ser desde lo neurológico es escuchándolas, respetando sus experiencias y aceptando sus capacidades y discapacidades”, dice.
Grecia Florence Carranza O’Hara
Edad: 32
Ocupación: diseñadora gráfica, SOMOS CDC
Lugar: Tegucigalpa, Colonia Miramesí
Orientación: mujer trans

“Mi mami es defensora de DDHH. Desde que nací en mi casa se habla de derechos humanos, crecí consciente de la lucha y mi responsabilidad para la defensoría de las personas que son parte de grupos colocados en situación de vulnerabilidad”, dice Grecia.
Para ella, lo esencial es el amor propio, paciencia y educarse mucho más para intentar comprender por qué la gente se comporta así. También considera que es necesario el apoyo psicológico.
Ella ha sufrido en carne propia los abusos en los centros de detención migratorios de México. “Tengo la esperanza de irme del país o esperar que esta situación cambie”.
“A través de la educación, la sensibilización de la población, enseñando que somos personas como el resto. Mis redes sociales las dedico a promover temas sobre educación sexual, diversidad sexual y sobre todo identidad de género”, señala.
“En nuestro país se está trabajando por el derecho que tenemos a sentirnos seguros y seguras como habitantes. Somos responsables de replicar, educar e informar sobre toda la temática LGBTI que corresponde para así poder hacer frente al Estado, el machismo y el fanatismo religioso que ha impedido la legislación adecuada para la aprobación de leyes que sean de beneficio para nuestra población y el resto que se encuentra ubicada en una situación de vulnerabilidad, como el adulto mayor, migrantes, personas con discapacidad, mujeres, niñez y adolescencia, privados y privadas de libertad, afro e indígenas”, finaliza.
Osman Lara
Edad: 33
Lugar: San Pedro Sula Ocupación: psicólogo y activista

“Son muchas cosas que se viven a diario, pero las situaciones de violencia por expresión de género son a diario en la calles, insultos, gritos, jalones de cabello, el vivir con ese miedo constante de salir a la calle es difícil”, expresa Osman.
Él tuvo que estudiar y adoptar ciertas características masculinas para poder titularse. “Fue violento el tener que aprenderme artículos del Código Penal para que logren tomarme una denuncia (porque los del Ministerio Público dicen que no pasan si no conoces información y no la toman). Eso es violento, ya que los heterosexuales no lo hacen, que en la atención médica me coloquen trabajador sexual solo por la multiplicidad de parejas que pueda tener es violento, que las mujeres cis hetero te quieran y presuman como accesorio, eso es violento”, reflexiona.
Por su trabajo en la defensa de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ lo intentaron secuestrar y otro tipo en la calle le tiró el carro. Desde el inicio del año ha buscando un lugar de alquiler para una oficina y albergue para personas de la diversidad sexual y los dueños de los alquileres le dicen: “No aceptamos prostitutas”.
Para Osman es importante reconocerse y reconstruirse como “maricón”, palabra de la cual se apropiado en el sentido de reivindicación del significado, ya que le ha quitado el poder que los hetero y personas LGBTI+ creen tener cuando la utilizan como insulto.
El reconocerse como hombre hace que las personas comprendan que dentro de la variante masculina no solo están fuertes y rudos, están todos los componentes que se van resaltando sobre masculinidades aún en personas “gay”, más que todo.
“Según toda la sociedad, entre más masculino, el respeto está innato y se debe de cumplir, y entre más femenino, no lo mereces, por lo cual ganarme y reconocer ese respeto como hombre maricón (con cabello largo) deja más libre el camino para futuras generaciones, quienes no se verán en la tortuosa tarea de explicar a nadie sobre su expresión y la moldearán a su verdadero sentir, sin miedo”, señala.
Marianela Mejía
Edad: 33
Organización: Ofraneh
Lugar: Trujillo Orientación: lesbiana (garífuna)

Marianela Mejía Solórzano es defensora de territorio, miembro de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) y coordinadora del grupo de la comunidad LGBTI+ dentro de la agrupación.
Ella vive con su pareja e hijo en Trujillo y el pasado 13 de mayo se graduó como licenciada en Administración de Empresas Agropecuarias por la Universidad Autónoma de Honduras.
“Me siento muy orgullosa de mí misma porque no ha sido nada fácil y hubo días que no tenía solo para el pasaje, había días que quise rendirme porque no tenía apoyo, no sabía cómo hacerlo, pero siempre hay ángeles que se le aparecen a una en la vida”, dice.
Ella quiere ser un ejemplo y apoyar a su comunidad. “Muchxs piensan que por ser LGBT no vas a superarte, no vas a poder tener una familia, no vas a poder salir adelante. Entonces estoy aquí para decirles que sí se puede y que no importa lo que digan los demás, lo importante es ser quien uno es y que Dios nos ama tal como somos porque nos creó y creó la vida y no creo que se haya equivocado con ninguno de nosotrxs. Para mí, el amor es algo muy grande”.
Alexis Manfredo Cruz
Edad: 36
Organización: MDR Movimiento Diversidad en Resistencia
Lugar: La Masica

Alexis es desde 2010 activista como persona seropositiva. En Honduras no había medicamentos para afecciones crónicas, por lo que se sumó a la lucha a través de la Red Centroamericana de Personas con VIH (REDCA+) en alianza con ASONAPVSIDAH y los grupos de apoyo. En su activismo creó grupos de autoapoyo en Facebook y al mismo tiempo daba información desde la perspectiva de un hombre gay con VIH.
“Me toca brindar una imagen de persona fuerte, que conozco mis derechos y mis deberes, demostrando que el hecho de ser una persona de la diversidad sexual no me hace diferente a los demás, que de igual forma ser seropositivo, en vez de debilitarme, me ha hecho mucho más fuerte, generando un espíritu resiliente, que nadie podrá domar. A pesar del machismo y patriarcalismo arraigado de la sociedad hondureña, soy y estoy como sujeto de derechos y miembro de esta sociedad, dispuesto a hacer valer su ciudadanía”, expresa.
Alexis enumera los problemas que afronta la población diversa hondureña: “Falta de preocupación de las entidades estatales de garantizar los derechos humanos de todes, poca sensibilidad de los operadores de justicia en nuestras temáticas, impunidad en los crímenes de odio, falta de acceso a salud sexual reproductiva, no contar con acceso a vivienda digna ni matrimonio igualitario, desabastos parciales de medicamentos para VIH y otras patologías, falta de sensibilización de algunos periodistas y medios de comunicación”.
Luis Velásquez
Edad: 39
Profesión: sociólogo Lugar: La Ceiba

Se inició su activismo al visibilizarse con sus estudiantes como hombre gay.
Para él lo más difícil que le ha tocado enfrentar es aceptarse a sí mismo tal cual es. Ese proceso ha durado varios años. “Las generaciones más jóvenes son más abiertas en cuanto a la sexualidad, aceptan y respetan más la diversidad sexogenérica”, dice.
Un mensaje para audiencia es “atrévanse a ser ustedes mismos/as con orgullo y humildad”. “Si se autovaloran y proyectan seguridad en sí mismos/,as será más probable que las demás personas los/as respeten”, expresa.