“Las mujeres trans hacemos la ruta migratoria sin un lempira en la bolsa, con el terror de todo lo que nos puede pasar”, subrayó la directora del Colectivo Unidad Color Rosa, Gabriela Redondo. La violencia, la pobreza y la falta de oportunidades las obligan a huir del país
Por Eva Galeas
Fotos de Andy Tosta y Somos CDC
Tegucigalpa, Honduras. Organizaciones de sociedad civil y defensoras de los derechos de las personas LGTBIQ+ exigieron hoy al Estado hondureño crear mayores espacios laborales para las personas de la población diversa. Pidieron específicamente más empleo para la comunidad trans, históricamente estigmatizada por los grupos de poder y religiosos del país.
En el Día contra la Homolesbobitransfobia conmemorado este 17 de mayo, las organizaciones de la diversidad sexual se reunieron para entablar foros que beneficien a la población LGTBI y que de este modo lleguen hasta el más alto nivel para incidir en las y llos tomadores de decisiones.

En el foro Situación de la migración y el desplazamiento forzado por la violencia hacia las personas LGTBIQ+ se encontraron las comunidades de la población diversa. Todas ellas luchan en conjunto por lograr espacios más dignos y seguros en un país con una sociedad machista y patriarcal.
En los últimos años, Honduras ha sido escenario de varias muertes violentas y crímenes de odio en contra de la población LGTBI. Por ello, las organizaciones defensoras de derechos humanos han urgido mayor seguridad para ellas y ellos. Sin embargo, estas no son tomadas en cuenta por los grupos de poder.

“Le exigimos al Estado hondureño salud, educación y mejores oportunidades para la población LGTBI. Que nos aprueben lo más pronto posible la Ley de Identidad de Género para que las personas de la comunidad trans puedan acceder a un trabajo digno y bien remunerado”, solicitó José Antonio Bonilla, representante de Colectivo Violeta.
Bonilla aseguró que las respuestas en beneficio a la población diversa tienen que venir del Estado. Además condenó que ningún funcionario de gobierno se hiciera presente en las actividades convocadas por el Comité de Diversidad Sexual de Honduras (CDSH).
Cambia el gobierno, sigue la pobreza
Los y las hondureñas viven tiempos de crisis laboral, en un país que fue cooptado por años por un gobierno opresor. El triunfo de Xiomara Castro permitía avizorar mejores condiciones de vida para muchos. Sin embargo, la situación de calamidad y pobreza continúa en el país.
Debido a la falta de oportunidades, centenares de hondureños migran todos los días en busca de mejores condiciones de vida y salarios dignos. Por otra parte, la comunidad trans es uno de los grupos más afectados en Honduras por la no apertura de espacios laborales.

En el foro de migración se divulgó que cerca de 10 mujeres trans huyen del país cada año por la falta de oportunidades, la no inclusión en espacios públicos y los salarios indignos.
Las mujeres y hombres trans en el país todavía son vistos con estigma y discriminación por gran parte de la sociedad. Debido a eso, muchos y muchas buscan otros horizontes, esperando encontrar espacios más seguros y mejores condiciones. Sin embargo, no todo es triunfo. Muchas sufren violaciones de sus derechos humanos en la ruta migratoria.
Por todos es conocido que la discriminación, lesbofobia y transfobia son fenómenos que afectan a las personas LGTBI y que siguen latentes en la sociedad. Esto es así pese a que las organizaciones de sociedad civil y defensoras de derechos humanos de la población diversa hacen su mayor esfuerzo para visibilizar a estos grupos. Al final, siempre hay una piedra en el camino que no las deja avanzar en derechos que benefician a esta población.
Trans siguen huyendo de Honduras
Las personas trans en el país se ven obligadas a huir por la violencia generalizada. También son víctimas de desplazamiento forzado. Por esa razón, también le exigen al Estado hondureño crear leyes migratorias para proteger los derechos de las personas LGTBI. Sin embargo, piden que las dirijan personas que conozcan la causa para que las acompañen con un enfoque diferenciado.
Al respecto, la directora del Colectivo Unidad Color Rosa (CUCR), Gabriela Redondo, comentó que muchas viajan en condiciones precarias, acompañadas del dolor y el abandono de sus familiares.
“Las mujeres trans hacemos la ruta migratoria sin un lempira en la bolsa, con el terror de todo lo que nos puede pasar. Vamos decididas a trabajar como lo que somos para poder sobrevivir”, subrayó.
La mayoría de los y las hondureñas salen del territorio rumbo a Estados Unidos, haciendo el recorrido del mal llamado “sueño americano”. Para Redondo, gran parte de ese esfuerzo solo se traduce en trabajo sexual forzado por las diferentes necesidades que les toca experimentar a quienes pertenecen a la comunidad trans.
“Muchas pensamos que allá lo vamos a tener todo fácil. Ese país no lo es todo. Muchos y muchas allá van a trabajar en las mismas condiciones que aquí y a dedicarse a lo mismo a que se dedicaban en sus países natales”, indicó.

La migración es un tema que Honduras no dejará de experimentar. Se sufre de migración personal, colectiva, familiar, masiva. Gran parte de las vicisitudes y violaciones a los derechos humanos también las viven en carne propia los hombres y mujeres trans.
Es preciso mencionar que actualmente Honduras no cuenta con políticas públicas orientadas a la migración masiva diaria en los países de la región. Mucho menos se tienen leyes de migración orientadas a la protección de los derechos de las personas LGTBIQ+.
La directora ejecutiva de la asociación LGTBI Arcoíris de Honduras, Esdra Sosa, en conversación con Reportar sin Miedo urgió a las autoridades hondureñas a adoptar medidas migratorias en beneficio de la población vulnerable. Sin embargo, estas exigencias no son nuevas y las autoridades se hacen ciegas y sordas ante muchos de estos reclamos.
Al mismo tiempo, Sosa lamentó que esta población siga siendo azotada por la violencia. Esta situación solo agudiza más la necesidad de migrar del país. “El Estado de Honduras no solo nos ha quedado a deber. Tampoco quiere escuchar nuestras exigencias ni demandas”, denunció.

Sosa agregó que no hay voluntad política de quienes gobiernan el país. “Seguimos luchando contra muchas violaciones que sufren personas de la comunidad trans, pero no somos escuchadas”.
Asimismo, lamentó que el gobierno de Xiomara Castro le cierre las puertas a la población LGTBI. A pesar de todo, asegura que continúa al pie de la bandera para exigir derechos que por años han sido vulnerados en el país.

Los defensores de derechos humanos coinciden en que mientras en el país no se creen políticas migratorias y más espacios laborales, la crisis humanitaria continuará en alza en los próximos meses.
El evento celebrado esta semana concluirá con una marcha pacífica hacia el Congreso Nacional de Honduras. Se trata de una medida de presión para que la población LGTBI sea escuchada y atendida por el gabinete con el fin de lograr respuestas positivas del gobierno de Castro.