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Peter Thiel, Próspera, Trump y la inversión secreta de Jeffrey Epstein

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Imagen de Prospera, Donald Trump, Peter Thiel y Jeffrey Epstein.

Millones en la sombra: la lucrativa y secreta inversión del financiero fallecido con el tecnomagnate Peter Thiel

Por Dunia Orellana

Nueva York, Estados Unidos. Peter Thiel es una figura compleja y enigmática, descrita de múltiples maneras: como un brillante empresario, un ideólogo del trumpismo, un tecnovisionario o incluso «el billonario más peligroso de nuestra época». Su influencia se extiende desde el núcleo de Silicon Valley hasta proyectos como Próspera, la zona de empleo y desarrollo económico (ZEDE) en Honduras que promueve un modelo de gobernanza privada y que Thiel ha apoyado como inversor y pionero ideológico

Thiel se ha destacado por adelantarse a ideas que hoy definen nuestra era: invirtió en Facebook cuando las redes sociales eran un proyecto embrionario y apoyó a Donald Trump cuando pocos creían en su potencial presidencial.

Tras enriquecerse con la venta de PayPal, Thiel fundó varios fondos de inversión y canalizó capital hacia empresas del nuevo capitalismo digital. Hoy, su empresa más significativa es Palantir, especializada en minería y análisis de datos para seguridad e inteligencia. El nombre, inspirado en las piedras videntes de «El Señor de los Anillos», refleja su aspiración de ver y anticipar acontecimientos distantes.

Su visión prioriza la tecnología sobre la política y el desarrollo tecnológico personal sobre la democracia, un credo que también sustenta proyectos como Próspera. Tras financiar las campañas de Trump y de su vicepresidente, JD Vance, algunos analistas perciben su huella en la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos.

Con el respaldo de inversionistas multimillonarios como Peter Thiel, Sam Altman y Marc Andreessen, Próspera se promocionó como una plataforma de gobernanza con bajos impuestos y mínima regulación. Para muchos hondureños, se convirtió en un símbolo de un experimento libertario en el neocolonialismo moderno.

La conexión financiera con Jeffrey Epstein

Un vínculo financiero oscuro y no divulgado previamente conecta a Thiel con Jeffrey Epstein, el financiero fallecido y convicto por delitos sexuales. En 2015 y 2016, Epstein invirtió 40 millones de dólares en dos fondos administrados por Valar Ventures, una firma de capital riesgo de Nueva York cofundada por el propio Thiel y especializada en financiar empresas emergentes de tecnología financiera.

Según un análisis financiero confidencial del patrimonio de Epstein revisado por The New York Times y una declaración de un portavoz de Valar, esa inversión vale hoy casi 170 millones de dólares. Se trata del activo más valioso que conserva el patrimonio de Epstein, seis años después de su suicidio bajo custodia federal mientras esperaba juicio por tráfico sexual. Esta lucrativa y secreta asociación, nunca reportada hasta ahora, añade una capa de controversia a la ya polifacética figura de Thiel, cuyos proyectos, desde Próspera hasta Palantir, buscan redefinir sistemáticamente los límites entre la gobernanza, la tecnología y el capital.

El tablero geopolítico: Trump, Honduras y la batalla por la soberanía

La historia de Próspera y sus impulsores se entrelaza con la política doméstica y las alianzas internacionales de Honduras. El proyecto podría encontrar un nuevo impulso con el eventual ascenso del Partido Nacional al poder, realineado tras la intervención política de Donald Trump en las elecciones de Honduras este 30 de noviembre. Esta posibilidad amenaza con eliminar las trabas y la defensa soberana que ejecutó el gobierno de Libre, el cual llegó al poder en 2021 con una promesa clara de revisar y contener las ZEDE.

POLÍTICOS. José Luis Moncada —asesor de Próspera y Salvador Nasralla— junto al CEO de Próspera, Erick Bridmen

El indulto ofrecido por Trump a Juan Orlando Hernández reordenó las piezas del tablero político y abrió interrogantes sobre qué intereses —tecnológicos, económicos, ideológicos— encontraron en figuras como JOH un aliado útil. La sombra de Silicon Valley, las apuestas de laboratorio en Próspera y los operadores políticos de Washington trazan una línea que conecta la caída del expresidente con la firme resistencia del Gobierno de Libre a ceder soberanía.

Al final, la historia que atraviesa a Honduras hoy no es solo la de una ZEDE que quiso ser ciudad-empresa ni la de un inversionista obsesionado con desafiar la muerte; es el choque entre un país que intenta recomponer su institucionalidad y un entramado de poder internacional que opera sin fronteras.

INFLUENCIA. Salvador Nasralla con su esposa Iroska Elvir junto a José Luis Moncada en una reunión con la OEA en Tegucigalpa.

La batalla legal y el futuro incierto

En 2022, el gobierno de Castro derogó la ley ZEDE, una decisión confirmada por la Corte Suprema de Honduras en 2024. Para afirmar su derecho a existir, Próspera ha iniciado un arbitraje internacional contra el Estado de Honduras a través del Ciadi (Banco Mundial), con una reclamación que, según el procurador general, se ha reducido a 1,630 millones de dólares.

Hoy, mientras el Ciadi procesa la demanda y Próspera insiste en su autonomía, Honduras se juega no solo un litigio millonario, sino la definición de su futuro: si prevalece un modelo de país sometido al arbitrio de inversionistas globales o uno capaz de decidir por sí mismo. Y en esa lucha, el gesto de Trump —que podría reacomodar fuerzas y revivir viejos pactos— amenaza con reabrir las puertas que la ciudadanía intentó cerrar con su voto, cuando Libre llegó al poder tras los comicios de 2021. El resultado electoral podría, literalmente, decidir el destino de este experimento que desafía a la nación y a la democracia misma.

Las amenazas a la libertad de prensa 

Tras la publicación de la serie investigativa “Los secretos de Próspera” en el 2023, Reportar Sin Miedo, que revela el origen y los métodos de adquisición de los bienes de la ZEDE, el equipo periodístico ha sido objeto de una campaña de amenazas, desprestigio e incitación al odio. Esta campaña ha sido orquestada por actores clave vinculados a Próspera, como el accionista de la ZEDE Morazán y Próspera, Massimo Mazzone y el secretario de Próspera, Jorge Colindres. Sus acciones, que incluyen comentarios denigrantes e insultos en redes sociales, han puesto en peligro real la vida de los periodistas que dedicaron más de dos años a esta investigación, evidenciando la intolerancia del proyecto hacia el escrutinio público y la transparencia.

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