El Movimiento Diversidad en Resistencia lanza nueva casa refugio acompañada de una Escuela de Desarrollo Empresarial
En la escuela comenzaron a capacitarse casi 30 personas de la diversidad de varias zonas del país
Por Amílcar Cárcamo
San Pedro Sula, Honduras. Una escuela empresarial y una casa refugio presentadas oficialmente el 6 de noviembre de 2021 en el Museo de Antropología están impulsando el desarrollo de decenas de personas LGBTIQ+ en San Pedro Sula.
El Movimiento Diversidad en Resistencia (MDR) lanzó ambas iniciativas de apoyo a las poblaciones LGBTIQ+ en un evento al que llegaron miembrxs destacadxs de las comunidades diversas, como la directora de la Asociación Feminista Trans (AFET), Vienna Ávila; la activista y empleada de Médicos sin Fronteras, Kendra Jordany; la madre trans Daryana Palada y su hija de cuatro años de edad, y la miembra de AFET, Allysson Hernández.

La escuela forma a emprendedorxs trans, lesbianas, bisexuales y poblaciones originarias LGBTIQ+ de San Pedro Sula y otras ciudades en un esfuerzo sin precedentes. Las dos iniciativas se han convertido en una luz para las poblaciones de la diversidad sexual, tradicionalmente olvidadas por las instituciones estatales y empresariales de Honduras.
Entre lxs graduadxs de la Escuela de Desarrollo Empresarial para personas LGBTIQ+ en Honduras se halla el joven diseñador Marvin Lara.
“Mi marca ya existía a baja escala”, relata Marvin. Sin embargo, “los consultores [de la escuela] se encargaron de formarnos y organizar mejor nuestras ideas y emprendimientos”.

La escuela, agrega el emprendedor de 33 años, los empujó a luchar por los primeros lugares para lograr el financiamiento, pero al final la iniciativa apoyó “todas las ideas que llegaron al final del proceso”.
Junto con Marvin, cuya tienda @jacob.store.hn se encuentra en Instagram, se graduaron 12 alumnos en el programa de desarrollo de capacidades y condiciones para el diseño y autogestión de la comunidad LGTBI.
Vencen los obstáculos para graduarse

La escuela inscribió a 44 personas en todo el país, de las que se seleccionó a 33. En la capacitación, 27 personas comenzaron a formarse.
Para el emprendedor Marvin Lara, originario de Copán, el proceso no fue “nada fácil”. Al mismo tiempo que se formaba, tenía que trabajar, pero los mentores le ayudaron. “Me grababan las clases y aclaraban mis dudas”, cuenta.

El proceso terminó con acompañamiento y reforzamiento de los planes de trabajo de cada iniciativa durante 12 meses.
A Marvin Lara le avisaron que no solo iban a capacitarlos. También les ofrecieron apoyo comprándoles materiales para trabajar. A él le ofrecieron “máquinas de coser industriales y materia prima como hilos y telas”.
La escuela abarca varias zonas del país. La formación incluye eventos y decoraciones, maquillaje y cuidados de rostro, diseño y confección de ropa, venta de jugos naturales, pastelería y repostería. Entre las ciudades beneficiadas por el proyecto se hallan Tegucigalpa, Choloma y San Pedro Sula.
La inscripción para la segunda fase del proyecto será del 10 al 20 de noviembre. La selección tendrá lugar del 21 al 30 de noviembre y las clases empezarán en diciembre de 2021.
“Gracias al MDR, mi marca tiene nueva imagen y mayor calidad”, dice Marvin Lara. “Me siento feliz al ver que habrá una segunda generación y que la experiencia cambiará la forma de ver sus emprendimientos”.
El MDR que ha ayudado a Marvin por medio de la escuela es una plataforma de defensa de los derechos humanos, las libertades fundamentales, la dignidad de la diversidad sexual y las luchas populares y feministas.
Refugio, comida y asistencia en un solo lugar

La Casa Refugio para personas LGBTI+ sobrevivientes de violencia presentada por el MDR es un espacio esencial para resguardar, acompañar y guíar de manera legal y psicológica a víctimas de violencia por orientación sexual, identidad o expresión de género, cuyas vidas corren peligro.
Es la primera casa refugio LGBTIQ+ en Honduras. Hay otras siete en el país, pero ninguna se enfoca en atender a la diversidad sexual.
La iniciativa del MDR surge debido a la violencia en el país y las cifras alarmantes de intentos de suicidio y de situación de calle entre personas LGBTIQ+. La casa liderada por Osman Lara beneficia a víctimas de violencia y a lxs desplazadxs por violencia en tránsito, en riesgo y retornadas.
“No tenemos cómo darles refugio, así que es importante tener estas instituciones”, dijeron miembros del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh). Los casos son bastante frecuentes, agregaron.
Un equipo de psicólogos y abogados ayudará a los refugiados en la casa, quienes además tendrán refugio temporal, alimentación, capacitación, fortalecimiento de capacidades de reinserción social, referencia a centros de salud primaria, grupos de autoayuda y terapia ocupacional.

Lara es psicólogo con una maestría en ciencias sociales, estudios urbanos y migración internacional y ha trabajado en programas municipales de retornados para facilitar su reintegración a la sociedad.
Para la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), “es importante referenciar y vincular a otras personas” a lugares como la nueva casa refugio LGBTIQ+. “La comunidad LGTBI en San Pedro Sula cuenta con nuestro apoyo”, dijeron los portavoces de MSF.