Además, tres de cada diez han sido amenazadas con violencia física y dos de cada diez con violencia sexual, según conversatorio desarrollado por la Unesco y C-Libre
Por Luis Vallecillo
Tegucigalpa, Honduras. «El 73% de las mujeres periodistas han experimentado violencia en su trabajo», en Honduras, dijo el encargado del Programa de Comunicación e Información de Unesco, Jamion Knight, durante el conversatorio desarrollado ayer por C-Libre y la Unesco.
El Comité por la Libre Expresión (C-Libre) y la Oficina de Multipaís de Unesco realizaron el encuentro para abordar el acoso digital y la atención psicosocial y los diversos roles a los que las mujeres periodistas se enfrentan en el ejercicio de su labor.

Según Knight, el 35% de las periodistas hondureña han sido amenazadas con violencia física y el 18% con violencia sexual. Entretanto, agregó, el 20% asegura haber sido atacado por la violencia en línea. «Estas amenazas están enfocadas en menospreciar su trabajo».
La violencia en línea se ha convertido en un nuevo frente de la seguridad periodística. Es una tendencia especialmente peligrosa por sus efectos psicológicos, físicos y de seguridad digital relacionados con la creciente crisis de libertad de expresión.

«Cabe mencionar que los altos costos de los servicios de la salud mental, la desconfianza y la falta de redes de apoyo dificultan los intentos de conseguir apoyo», afirmó Knight. En consecuencia, «sufren en silencio, no cuentan con herramientas para superar las estaciones ciclónicas y algunas evitan expresarse en las redes sociales y cierran sus cuentas para no enfrentar otras olas de violencia».
La violencia en línea no se limita al mundo digital. Trasciende a otros medios y causa daños físicos y psicológicos. Sus efectos incluyen el aumento de los riesgos de seguridad fuera de línea mediante ataques selectivos que desencadenan reacciones multitudinarias y violaciones de la seguridad digital.

En la jornada participaron la directora de C-Libre, Amada Ponce; la directora de Reporteros de Investigación, Wendy Funes; la psicóloga en atención psicosocial Claudia Sánchez y el psicólogo Rogelio Flores, quien estivo vía Zoom desde México.
Los hallazgos de las investigaciones señalan que los efectos emocionales del acoso digital incluyen miedo, enojo, preocupación, angustia, impotencia, incertidumbre, nerviosismo y tristeza y perjuicios en la autoestima, seguridad y confianza.
«Las periodistas tenemos una imagen vulnerada y cuestionada, relacionada con nuestras relaciones familiares y sentimentales. A los compañeros varones, estas agresiones no les ocurren, ya que suelen ser agresiones físicas», dijo Amada Ponce.
Las empresas de comunicación por internet son determinantes en las agresiones en línea contra las periodistas, así como la desinformación en red, las comunidades tóxicas y los agentes políticos populistas que utilizan las redes sociales como armas y recurren a la misoginia.
Las cinco plataformas o aplicaciones más usadas para a violencia en línea son Facebook, Twitter, WhatsApp, YouTube e Instagram. Sin embargo, Facebook recibió de forma la mayor cantidad de quejas formales relacionadas con la violencia en línea presentadas por las encuestadas. Además se identificó como la menos segura.
¿Qué hacer en caso de violencia en línea?

El panel concluyó con recomendaciones a las víctimas.
- No contestar los mensajes o llamadas de teléfono de agresores plenamente identificados.
- No borrar los mensajes, llamadas o cualquier otra evidencia de la agresión.
- Nunca contestar llamadas de número de teléfono desde donde enviaron los mensajes o donde tuvo conversaciones con lxs agresorxs.
- Realizar capturas de pantalla de las agresiones, guardar correos y respaldar los mensajes.
- Tomar medidas para asegurar las redes sociales, cuentas de correo o cualquier otro medio por el cual el agresor pueda contactarlxs.
- Bloquear a la persona o personas de sus redes sociales o cualquier otro canal en que haya recibido la agresión.
- Ir al Ministerio Público para denunciar el tipo de ataque, la persona agresora (si lo sabe), cuándo y a través de qué medio sucedió la agresión.
- Exigir que se envíe la denuncia a la Unidad de Investigación de Delitos Cibernéticos.