Tres cadenas perpetuas para el extraditado exmandatario Juan Orlando Hernández piden hondureños reunidos frente a la Corte del Distrito Sur de Nueva York, donde se ventilan las acusaciones por tres delitos de narcotráfico contra JOH
El expresidente se presentará ante el juez el lunes 10 de mayo
Por Dunia Orellana, Dennis Arita y Dashiell Allen
Fotos y videos de Dashiell Allen
Nueva York, Estados Unidos. “¡Cachureco, pendiente, acá está tu narcopresidente!”, “¡no fue presidente, es un delincuente!”, “he wasn’t president, he’s a drug dealer”, gritaban grupos de manifestantes en las calles de Nueva York, refiriéndose al exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández, quien desde ayer se halla en esta ciudad estadounidense para responder a los cargos por tres delitos de narcotráfico por los cuales fue extraditado de Honduras.
Algunxs de lxs hondureñxs participantes en la actividad lanzaban sus consignas por medio de megáfonos.
Otrxs, esposados y vestidos con ropas carcelarias, llevaban máscaras hechas con recortes de fotos de la cara del expresidente mientras levantaban pancartas en las que se leían mensajes como “no clemency for narcopolitics – sin clemencia para los narcopolíticos”, “extradición para Juan Orlando Hernández” y “narco government makes the people migrate – el narcogobierno hace emigrar al pueblo”.

“El tiempo nos está dando la razón”, afirmó Josué Blanco, uno de lxs manifestantes, procedente de la comunidad garífuna de San Juan en Tela, Atlántida.
“El pueblo tuvo la razón desde el día cero, cuando en las calles estaba exigiendo que esta clase de personas no nos dirigiera”, agregó Blanco en referencia a Juan Orlando Hernández, “porque tiene un grupo criminal dedicado a perfilar a los líderes para poder asesinarlos”.

Piden tres cadenas perpetuas para JOH
Mientras cantaban a voz en cuello sus consignas y una nueva versión de la canción Juanchi se va pa Nueva York, titulada esta vez ¿Dónde está Juanchi? Juanchi está en Nueva York, las y los manifestantes instalados frente a la Corte del Distrito Sur de Nueva York no dejaban de manifestar su alegría por la extradición de Juan Orlando Hernández, apodado JOH y Juanchi, a quien consideran uno de los cabecillas de una estructura narcocriminal que gobernó Honduras durante 12 años.

“Estamos satisfechos, contentos, celebrando la justicia”, aseguró la activista hondureña Lida Perdomo, quien llevaba puesta una camiseta negra con la leyenda estampada Extradition CC4. CC4 es el código con que los documentos del Departamento de Estado de EE. UU. designaron al exmandatario.
“Estamos aquí hoy en algo que veníamos pidiendo desde hace muchos años”, añadió Perdomo. “Pedimos tres cadenas perpetuas. Y justicia para Honduras. Queremos ver caer a toda la estructura narcocriminal”.

Los hondureños, aseguró, esperaban este desenlace desde hace 12 años, cuando se le dio un golpe de Estado al entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, para imponer un gobierno de facto encabezado por el transportista Roberto Micheletti.
El gobierno de Micheletti duró apenas unos meses tras el golpe, llamado “sucesión constitucional” por los sectores conservadores de Honduras. Después de Micheletti llegó a la presidencia Porfirio Lobo, candidato del Partido Nacional.
Después de Lobo se convirtió en mandatario Juan Orlando Hernández, quien gobernó ocho años tras reelegirse en 2017, en unos comicios polémicos que causaron violentas protestas y represión en todo el país.

En 2009 “empezó el sufrimiento y el genocidio contra el pueblo en esa estructura criminal y sanguinaria que se instaló en el país después del golpe de Estado”, dijo Perdomo.
Garífunas desplazadxs protestan
Josué Blanco dijo que desde el inicio del gobierno del expresidente nacionalista Rafael Leonardo Callejas (1990-1994), la comunidad garífuna ha venido experimentado una serie de actos de desplazamiento forzado de sus comunidades.

“El gobierno a través de su narcodictadura está haciendo un desplazamiento sistemático de la población garífuna. Antes decían que al pueblo garífuna no le lucía estar en la ciudad y nos mandaron para la playa, ahora ya no quieren que estemos en la playa, nos están despojando sistemáticamente y muchos se encuentran pidiendo asilo en Estados Unidos”.
Blanco y otros manifestantes tocaron los tambores y con megáfonos denunciaron las agresiones contra las poblaciones garífunas como la desaparición, en 2020, de líderes garífunas de Triunfo de la Cruz. En medio de las manifestaciones, lxs garífunas gritaron “las vidas garífunas importan”, consigna compartida por los presentes en el condado de Manhattan.
El 10 de mayo volverá ante el juez

Juan Orlando se presentó hoy a la 1:00 pm ante el juez federal Stewart D. Aaron, del tribunal del Distrito Sur de Manhattan.
Hernández Alvarado, asistido por un intérprete, no se trasladó hasta la Corte, sino que se conectó por videoconferencia desde la prisión Metropolitan Detention Center, Brooklyn, a la que fue enviado el jueves tras su extradición, y se limitó a decir que conocía los cargos por los que está siendo acusado y que le pueden costar la cadena perpetua.
La audiencia duró menos de 20 minutos y se fijó una nueva presentación para el 10 de mayo, fecha cuando se realizará oficialmente la lectura de los cargos ante el juez Kevin Castel, el mismo togado que conoció el caso de su hermano Juan Antonio Hernández.
“Hernández está acusado de participar en un esquema corrupto y violento de tráfico de drogas para facilitar la importación de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022”, dijo el jueves el titular de la cartera de Justicia, Merrick Garland, en una rueda de prensa junto al fiscal del distrito sur de Manhattan, Damian Williams, y la administradora de la DEA, Anne Milgram.
Hernández Alvarado habría contribuido a introducir 500 toneladas de cocaína en Estados Unidos entre 2004 y 2022.
La fiscalía de Estados Unidos lo acusa de recibir “millones de dólares” de cárteles de la droga, entre ellos un millón de dólares del capo Joaquín Chapo Guzmán, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos, y de crear un “narcoestado” en los ocho años que fue presidente de Honduras (2014-2022).
Los acusadores alegan que el dinero de la droga le sirvió no solo para enriquecerse (a principios de mes, las autoridades hondureñas incautaron y aseguraron al exmandatario su casa y decenas de propiedades, productos financieros y otros bienes), sino que también sirvió para “financiar su campaña política y cometer fraude electoral” en los comicios presidenciales de 2013 y 2017.
“Soy inocente y estoy siendo sometido a un proceso de manera injusta”, dijo Hernández en un video divulgado en Tegucigalpa horas antes de abordar el avión de la DEA que el jueves lo trasladó a Estados Unidos.
La extradición de Hernández debería “enviar un claro mensaje” a los líderes extranjeros que abusan de su poder para apoyar a los cárteles de la droga”, dijo por su parte la jefa de la DEA.
“Si creen que pueden esconderse detrás de su cargo, están equivocados”, advirtió Milgram.
Hernández culpa de su situación a las acusaciones “en base a mentiras” de los capos de la droga que su gobierno ayudó a extraditar y que buscarían acuerdos con la fiscalía estadounidense para reducir sus penas.
En horas de la tarde del viernes, JOH envió una carta de su puño y letra escrita desde Nueva York donde dice “no desmayemos en nuestras oraciones a nuestro padre y Dios Todopoderoso. Se los pido por mi caso y por todos, la injusticia nos afecta a todos. Siempre pidamos a Dios que se descubra la verdad sobre estas falsas acusaciones. Nuestro Señor es un Dios justo y bueno”.