Desde 2015, varias mujeres embarazadas con VIH en Honduras han sido esterilizadas sin su consentimiento, afirma Fundación Llaves
Por Telma Quiroz
Honduras, San Pedro Sula. Se les ha hurtado a las mujeres con VIH la posibilidad de tener hijos por causa de la discriminación. Es por ello que la Fundación Llaves y la Asociación de Personas con VIH en Honduras (Asonapvsidah) hicieron la socialización de datos sobre la esterilización forzada de mujeres con VIH en Honduras.
La Fundación Llaves quiere resaltar una situación sistemática de vulneraciones que se han documentado desde el 2015, en donde se expone una serie de esterilizaciones no consentidas hacia mujeres embarazadas con VIH en Honduras.

Esto es debido a un conjunto de estigmas, discriminación, racismo, misoginia y la influencia del patriarcado. De no atender este fenómeno, dejaríamos de lado el principio básico de derechos humanos en donde todos somos iguales.
La OMS deja bien claro que todas las mujeres tienen el derecho de recibir servicios de atención médica gratuita y de calidad durante el embarazo, parto y posparto. Es necesario exigirlos por su propia salud y la del bebé. Pero en Honduras, a pesar de los avances científicos que dejan en evidencia que si se puede ser VIH positivo y procrear, las mujeres siguen siendo invisibilizadas.
Según la Sesal, de 2020 a 2022 se contabilizaron 2,875 nuevos casos y la transmisión sexual sigue siendo la principal vía con un 93.3%. De otro lado, el Conadeh teniendo en consideración estas cifras, estima que cada nueve horas una persona adquiere el VIH en el país.
¿Por qué debemos de merecer menos?
Esa es la pregunta que Ana Bonilla se hace en el video de la campaña Mis derechos, mis decisiones, lanzada por Llaves a inicios del año.
La NOM-010-SSA2-2010 para la Prevención y el Control de la Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana garantiza el derecho de las mujeres con VIH a recibir información científica acerca de la prevención de la transmisión perinatal para permitir su derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de sus hijos.
De acuerdo con la organización Llaves, el sistema público de salud en Honduras tiene una deuda muy grande con la vida de las mujeres con VIH. A pesar de los protocolos, como el Manual de atención a personas adultas y adolescentes con el virus de la inmunodeficiencia humana del 2020, hay hondureñas que fueron mutiladas sin consentimiento alguno. Les arrebataron la oportunidad de decidir sobre sus cuerpos.
La discriminación de las mujeres en las regiones del país, especialmente en la zona norte, es tan profunda que Llaves ha registrado alrededor de siete casos de esterilizaciones no consentidas en mujeres embarazadas con VIH entre 2006 y 2020.
Rosa González, directora de la fundación, invitó a toda mujer que en algún momento haya sentido que sus derechos humanos, en su sentido más amplio, fueron o están siendo violados, que se acerque a la fundación porque está dando acompañamiento legal para hacer valer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Por el momento, los casos que han encontrado son de las ciudades de San Pedro Sula y La Ceiba. González asegura que hay más mujeres que han sufrido este tipo de mutilación en el interior del país, pero que el mismo estigma las ha dejado “en el olvido”.