Los abandonan en medio de la oscuridad en Corinto, en la frontera honduroguatemalteca. Hambrientos, sin un centavo, las y los retornados hondureños tienen que ingeniárselas para regresar a sus hogares
El gobierno hondureño asegura que está al tanto de la situación, pero oleadas de desplazados siguen siendo abandonadas en la frontera
Texto y fotos de Telma Quiroz
Corinto, Honduras. Están devolviendo a lxs migrantes a Honduras y lxs dejan en la calle, hambrientxs, sin un centavo en el bolsillo, solo con la ropa que llevan puesta. Ese es el mensaje que Radio Progreso recibió el 18 de septiembre de 2021. El 14 de octubre, al menos diez buses expulsaron otra carga de desplazadas y desplazados en la fría noche de Corinto.
No es la primera vez que eso pasa, según la coordinadora de la Red Jesuita para Migrantes en Centroamérica, Karla Rivas. Algunas noches llegan a dejar a casi 500 migrantes.

Lxs abandonan en medio de la oscuridad. Desorientadas, cientos de familias quedan a la intemperie en Corinto, en la frontera entre Honduras y Guatemala, a 119 kilómetros de la Gran Central Metropolitana de buses de San Pedro Sula.
Es un fácil trayecto de apenas dos horas desde San Pedro Sula hasta Corinto, pero para estos desplazados y desplazadas por la fuerza es un camino de desesperanza y una bofetada de la realidad. Les ha pasado de todo en meses de viaje y ahora regresan de repente, sin nada en el estómago y el bolsillo.

El gobierno conoce la situación, ya que la primera dama hondureña Ana García visitó Corinto hace poco, según el sitio web gubernamental. Pero al parecer acciones como esa no han servido para mejorar la situación de cientos de desplazadxs a quienes siguen dejando a su suerte.
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La solución, según el gobierno, es crear lo que el Instituto Nacional de Migración llama un “plan de contingencias para retornos no coordinados”. El INM anunció en redes sociales y medios de comunicación que echará a andar el plan hoy.
Entre virus y trampas legales
¿Por qué devuelven a lxs migrantes de Corinto? Por una estratagema legal llamada título 42.
La orden de la Casa Blanca era cerrar la frontera para impedir la entrada de las y los migrantes. Para lograrlo, los legisladores estadounidenses crearon el título 42. La emergencia sanitaria fue el pretexto del gobierno de Donald Trump para impulsar esa ley.
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Es la misma excusa que ahora usa la patrulla fronteriza para regresar a todxs lxs migrantes sin darles la oportunidad de buscar asilo y otras formas de protección humanitaria.
Los obstáculos continúan a pesar del cambio de gobierno. Por medio del título 42, el gobierno del presidente Joe Biden está autorizado temporalmente para continuar expulsando familias migrantes.
Del dolor a la desesperanza

“Uno sale del país para un futuro mejor, pero allá ni siquiera nos dieron el chance de explicarles por qué salimos”, dijo el migrante hondureño Ángel.
Familias completas abandonadas. Hombres y mujeres a la deriva, en medio de la noche. En Corinto no había un solo representante del gobierno de Honduras para esperarlxs.
Con el paso de las horas fueron llegando organismos independientes como Médicos sin Fronteras, Cruz Roja hondureña, Funadeh y Unicef. Fue un gran alivio para todas las familias que llegaron sin tener acceso ni siquiera a un poco de agua fresca.

Todas estas personas habían salido en pequeños grupos, ya que las caravanas migrantes sufren el trato violento de las autoridades de las aduanas. Da igual que con el simple hecho de ser centroamericanxs tengan acceso libre en toda Centroamérica. De todas maneras los retienen en la frontera para que no puedan salir del istmo.
“Nunca creí que nos devolvieran tan rápido, pensé que nos ayudarían por nuestra situación”, se lamentó la desplazada hondureña Yolani.
En su mayoría, sus historias parecen calcadas. Casi todxs lxs entrevistadxs concordaban en que salieron de Honduras hace un mes. Para lograrlo, contrataron a un coyote que les aconsejó viajar con toda su familia para optar al asilo.

Sin embargo, les advirtieron los traficantes de personas, para asilarse debían entregarse a las autoridades al llegar al territorio gringo.
Pero todos y todas dicen que lxs engañaron.
Cuando se entregaban, las autoridades los llevaban a cárceles donde no les decían cuál sería su paradero. Los sitios adonde los condujeron son conocidos como “hieleras” por el frío insoportable que allí soportan lxs migrantes recluidxs.
¿Por qué los abandonan de noche?

Una forma de disfrazar las verdaderas cifras de migrantes retornadxs es abandonarlxs en medio de la noche, aseguró Karla Rivas. “No aceptar cuántas personas son deportadas es aceptar que tienen un problema para el que no tienen solución. Simplemente lo invisibilizan, no hablan de la gente que está acá”, agregó Rivas.
La representante del sistema de Naciones Unidas mandó una carta al gobierno de Honduras para atender esta problemática social, pero no hay respuesta hasta el momento.
A pesar de todas estas dificultades, al finalizar las entrevistas la pregunta que resonaba era ¿se volverían a ir? Y la respuesta siempre era un sí.